"Errejón decía unas cosas en el Congreso que, sin duda alguna, no practicaba en la intimidad"

Íñigo Errejón, el ex portavoz de Sumar ya, deja la política tras acusaciones anónimas de violencia machista. Varias mujeres han acusado de forma anónima, de momento, hay alguna, ya que se ha identificado y además ha ido a la comisaría a denunciarlo por acoso sexual, una actriz ha dicho soy víctima de acoso sexual por parte de Íñigo Errejón y quiero denunciarlo. Y lo ha denunciado.

Pero la dimisión de Errejón se produce, además lo ha admitido él, después de que en las redes sociales se le acusase de un episodio de violencia machista a raíz de una publicación por parte de la periodista Cristina Fallarás. En ella, Cristina Fallarás recogía el testimonio anónimo de una mujer en el que relata su experiencia con un político muy conocido que vive en Madrid, al que describe como un “maltratador psicológico”, “un verdadero psicópata” y que sus aires de persona normal esconden “un verdadero monstruo”. A partir de ahí siguen surgiendo más mensajes en las redes sociales que ya identifican al personaje y el personaje le ha tenido más remedio que admitirlo y marcharse.

Con una carta, carta que ha publicado, en la que entra una cosa, dice que “el ritmo y el modo de vida en la primera línea política durante una década ha desgastado su salud física, su salud mental y su estructura afectiva y emocional”. Dice que "tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”. Entre la persona que, en la intimidad, actuaba como actuaba, y la persona que luego se comportaba como portavoz en el Congreso. Allí decía unas cosas que luego no practicaba en la intimidad sin duda alguna.

Le echa la culpa a su “forma de vida neoliberal”. No sabíamos que un comunista conocido como él, pues se dedicara a vivir de forma neoliberal. No sabemos si es que los neoliberales se dedican a acosar y a agredir a las mujeres sexualmente. Dice, “entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano”, pues evidentemente eso le ha pasado factura. “Llevo un tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico”, admite, “pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos”. Y también le echa la culpa al patriarcado, una forma de excusarse en definitiva.

Lo cierto es que son varias las denuncias que ponen de manifiesto el comportamiento que no se corresponde con lo que ha venido predicando, desde el punto de vista de su relación con el feminismo y las mujeres, por parte de Íñigo Errejón. Estamos hablando de alguien que llegó a la política para regenerarla y compartir con su amigo Pablo Iglesias experiencias que luego, evidentemente, se han estrellado con la pura realidad, porque no han sabido llevarlas a la práctica. Han entrado en contradicciones permanentes.