"No se me ocurre otra cosa que pensar que está detrás de todo ello un tal Rodríguez Zapatero"
Antonio Jiménez, director de 'El Cascabel', analiza los motivos por los que Pedro Sánchez y el Gobierno se niegan a reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela
- 3 MIN
“El gobierno de España, desde la celebración de las elecciones, ha sido claro. Hemos pedido la publicación de las actas, no hemos reconocido la victoria de Nicolás Maduro y hacemos algo muy importante, trabajar por la unidad en la Unión Europea. Si asilamos, porque asilamos, si no asilamos, porque no asilamos. Creo que quedan desnudos en su incongruencia”, este es Sánchez intentando explicar por qué su partido, por ejemplo, se opone a que Edmundo González, sea reconocido como presidente electo de Venezuela, cosa que hoy el Congreso de los Diputados ha materializado.
La mayoría de ese Congreso de los Diputados, Partido Popular, Vox, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y el Partido Nacionalista Vasco, mayoritariamente, han declarado a Edmundo González como nuevo presidente electo de Venezuela. Y Sánchez dice que esto del asilo, del exilio de Edmundo González, es por razones humanitarias, pero que lo otro, ya veremos, está claro que de momento el Gobierno mantiene una ambigüedad bastante notable. Y no se nos ocurre otra cosa que pensar que está detrás de todo ello un tal Rodríguez Zapatero, que es el consejero del señor Sánchez y el asesor y portavoz en el exterior de lo que el régimen bolivariano de Maduro quiere expresar y decir.
No está Sánchez aquí, está todavía de viaje, en China, ha habido sesión de control al Gobierno en el Congreso, ese Congreso, ese Parlamento que Sánchez dice que no necesita para seguir gobernando. ¿Saben ustedes que el Partido Socialista ha perdido 25 votaciones de aquello que el Gobierno ha llevado a las Cortes de los últimos nueve meses? Eso demuestra la debilidad de este Ejecutivo de Sánchez, que está en precario y siempre dependiendo de la forma de ver las cosas de sus socios parlamentarios, especialmente de Junts, el partido de Puigdemont, que hoy lo ha advertido, que lo del techo de gasto, está negro en la medida en que para que eso se materializara tendría que asegurar que hay realmente un concierto económico, como ha sido lo pactado con Esquerra, y que de darle al resto de España algo, nada, ni las sobras, ni las migajas. Cataluña se lo queda todo y ya veremos a partir de ahí si decidimos dar alguna cosa o no al resto de los españoles.
Además, en la sesión de control al Gobierno, el ministro de Justicia, el señor Bolaños, ha confirmado que aquí lo que se trata es de aguantar la legislatura contra viento y marea y para eso se nombra a los afines que haya que nombrar a todos aquellos que desde el partido socialista han demostrado su obediencia debida a Sánchez y su disposición a servirle a toda costa y pase lo que pase.
“Ustedes llevan fatal que hoy haya en España un gobierno progresista y por supuesto que nombra a personas progresistas de prestigio, de autoridad, idóneos para los puestos para seguir gobernando España y para que sigamos avanzando tres años más”. De eso se trata, nombrar a personas progresistas. Y esto lo tapa todo. Es el mantra con el que, desde la perspectiva del Gobierno, tapar deficiencias e ineficacias. Con ser progresista ya está todo cubierto, aunque sean unos inútiles, totales y absolutos.