"Resistir. Esa es la gestión de Pedro Sánchez al frente del Gobierno"
Antonio Jiménez, presentador de 'El Cascabel', se cuestiona que no haya habido negociaciones entre el Gobierno de España y el régimen de Maduro para que Edmundo González abandone el país
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“Ante la sarta de tonterías y mentiras que estoy oyendo, no hay ninguna contrapartida ni ha habido ninguna negociación política. Ha habido contactos operativos, es que si no, no hubiera podido aterrizar el avión, por supuesto. Como le decía, nuestra posición no varía con Edmundo González en Madrid o en Caracas. Dado que es evidente que las actas no se van a poder entregar y no se va a poder verificar el resultado electoral, no vamos a reconocer una supuesta victoria”, es el ministro de Exteriores de España, Juan Manuel Albares. Niega que haya habido negociaciones para que el ganador, triunfador de las elecciones, el presidente electo de Venezuela, Edmundo González, haya tenido que exiliarse en España, huyendo del sátrapa Maduro, del régimen dictatorial de Maduro, que pretendía detenerlo y encarcelarlo.
Está aquí en Madrid, lleva ya unas noches con esta, en la capital de España, y algo ha tenido que haber más allá de esos contactos operativos. Estamos hablando de alguien que se tuvo que refugiar en la embajada de Holanda primero, después se le permitió ir a la embajada de España, y de la embajada de España al aeropuerto con el fin de coger un vuelo, que España había enviado ya un avión de la Fuerza Aérea Española para que pudiera viajar hasta Madrid. ¿Contactos operativos? Algo más ha tenido que haber. Las autoridades venezolanas, los sátrapas, hablan de negociaciones para que Edmundo González abandonara ese país. Insisto, ha tenido que exiliarse como otros millones de venezolanos que han tenido que abandonar ese país, huyendo de la pobreza y de la represión.
Sobre este asunto y el papel también del Gobierno de España, dice el ministro Albares que no pueden reconocer al presidente electo o tal como presidente electo porque no conocen las actas. Se han publicado las actas, lo más sustancial de las mismas, y queda claro que ganó las elecciones. Que Maduro ha cometido un fraude, que ha cometido un pucherazo en toda regla y que se ha comportado como un dictador, como lo que es, no reconociendo el triunfo electoral de la oposición. España podría haber sido más contundente y Sánchez menos ambiguo, menos diplomático, entre comillas, para quedar bien con el régimen de Maduro y ser más contundente, que es lo que se necesita en estos momentos para intentar echar al dictador.
Hablando de Sánchez, en su reunión con el Comité Federal del Partido Socialista, no explicó aquello que probablemente todos queremos conocer, la letra menuda, pequeña, de ese acuerdo por el que se ha comprado la presidencia de la Generalitat a Salvador Illa, a cambio de un concierto económico para Cataluña para que pueda recaudar todos sus impuestos, pueda gestionar esos impuestos y luego, si sobra algo, se lo damos al resto de las comunidades, al resto de España.
Lo más interesante de lo que afirmó el señor Sánchez ante los suyos es que está dispuesto a llegar hasta el final de la legislatura, aunque no tenga Presupuesto General en el Estado, aunque no pueda hacer nada en el Parlamento. Lo dijo claramente. Voy a resistir, aunque no cuente con el Poder Legislativo. El poder legislativo es el Parlamento. Si tú no tienes al Parlamento para poder aprobar leyes, ¿qué pintas en la Moncloa? Además de resistir y coger el Falcon por el tubo de escape, que es lo único que te interesa para plantarte en China o estar aquí o allá. O sea, resistir. Esa es la gestión de Sánchez al frente del Gobierno.