El homenaje de David Jiménez a todos los corresponsales de guerra asesinados: “Podría haber sido yo”

El periodista y escritor se ha subido a 'La Azotea', con Antonio Hueso y María Ruiz, para presentar su última novela basada en hechos reales: 'El corresponsal'

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

"La azotea de medianoche" ha abierto sus puertas en TRECE. El 'late night' conducido por María Ruiz y Antonio Hueso ha tenido, este miércoles, a un invitado muy especial: David Jiménez. El escritor acaba de estrenar su última novela, ‘El corresponsal’, basad en hechos reales, concretamente en lo que él vivió en la revuelta de Birmania del 2007 y lo saca ahora, para dar a conocer lo que viven los corresponsales, justo ahora: “Son testigos del horror. Imagina lo que estaría haciendo Putin si no tuviera ningún testigo. Después de 20 años, estando en guerras de reportero, quería que los lectores vieran cómo es la vida de los reporteros. Solo vemos las crónicas, pero ¿qué hay detrás? ¿Cómo es el miedo que sienten? ¿Cómo son las amistades que se forjan? ¿Cómo son los amores? Que también los hay, y muy intensos, porque te pueden matar al día siguiente”.

David Jiménez, como corresponsal de guerra, relata su experiencia: “El libro está dedicado a un compañero que mataron en Haití, con el que yo cubrí la guerra en Afganistán, y a todos aquellos compañeros que no han regresado de las coberturas. En Birmania tuve la desgracia de ver cómo mataban a un compañero a escasos metros de donde yo estaba. Era un fotógrafo japonés y siempre pensé que podría haber sido yo. Recuerdo que los soldados empezaron a disparar, él salió corriendo por el lado izquierdo y yo por el derecho… si hubiéramos intercambiado las posiciones, quizá sería yo el que hubiera muerto”. El lunes 7 de marzo se cumplieron 18 años de la muerte del corresponsal Ricardo Ortega en Haití.

“Pasar de la trinchera en Afganistán a la cola del Mercadona no es nada fácil”

Los periodistas de Sky News fueron tiroteados en Ucrania pese a identificarse como prensa extranjera: “Tuvieron mucha suerte. A raíz del 11 de septiembre los periodistas nos hemos convertido en objetivos. Antes los periodistas estaban en una posición neutral, pero ahora te conviertes en objetivo. Entre disparar al enemigo y disparar al periodista… casi que prefieren disparar al periodista”. David Jiménez destaca el estrés postraumático que sufren muchos periodistas y cómo es casi imposible que no te afecte: “Pasar de la trinchera en Afganistán a la cola del Mercadona no es nada fácil”.

El periodista y escritor relata en qué afecta: “Esa desconfianza que se genera hacia otros seres humanos te hace una persona negativa, te distancia de la gente, no te puedes adaptar a cosas cotidianas y en algunos compañeros hace que estén más a gusto cubriendo la guerra que en un resort de vacaciones”. David Jiménez confiesa haberse ido de algunos lugares con la sensación de estar traicionando a la gente que allí dejaba porque la implicación es máxima: “Por eso quería escribir una novela como ‘El corresponsal’ que, además de tener acción, amor… nos lleva a conocer las heridas, triunfos y derrotas de estas personas”.

“La situación en Ucrania me ha recordado mucho a una situación que vivimos varios reporteros en Afganistán. Los talibán nos empezaron a disparar y recuerdo que me protegí detrás de la puerta de un coche y un compañero francés me dijo que las balas atraviesan la chapa, me dijo que tenía que protegerme con el motor o las llantas. Tuve la suerte de salir con vida, pero otros compañeros no”, relata David.

David Jiménez responde en ‘La Azotea’ de TRECE

En esta sección, el invitado responde a tres preguntas indiscretas formuladas por tres personas muy curiosas. La primera pregunta viene de la mano de Enrique Campo, director de Informativos de COPE. ¿En qué se parece lo que sucedió en Afganistán con lo que pasa ahora?:“Lo parecido de las guerras es que son muy pocos haciendo daño a muchos. Mucha gente se sorprende cuando les digo que los afganos son gente maravillosa. En Afganistán me he sentido más protegido que en ningún otro sitio porque cuando entras a sus casas te protegen, pero hay una minoría de fundamentalistas que nos llevan a todos al desastre. Creo que el trabajo tiene que ser previo: Putin lleva 20 años preparando esto… ¿Y qué hemos hecho? Le hemos seguido comprando el petróleo y muchas veces reaccionamos solo al final”.

La segunda pregunta la formulaba Nazaret García Jara, ¿Hay una edad para ser corresponsal de guerra?: “En los corresponsales hay una edad muy difícil que es lo que llamo la vejez prematura del reportero. A los 45 te quiere jubilar porque no tienes el arrojo del joven, pero llevas tanto tiempo en esa vida que no puedes volver a la redacción. Se siente un poco en tierra de nadie. En mi caso me hicieron director de EL MUNDO, pero normalmente no es así y te quedas en el limbo”.

Por último, José Antonio Hernández preguntaba cuándo eres consciente de que estás en una guerra: “Cada vez es más difícil desconectar porque ahora es información todo el rato. Puede sonar a superficial, pero creo que es importante para los corresponsales tener un bar a desconectar. Antes existían y yo he estado en ellos y lo agradecías. Creo que la vida del corresponsal se ha hecho más frenética”.