Javier Rupérez sobre la invasión de Ucrania, en TRECE: “Los rusos son unos criminales de guerra”

El político y diplomático español se ha subido a 'La Azotea', con Antonio Hueso y María Ruiz, para hacer un repaso de su vida personal y profesional

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"La azotea de medianoche" ha abierto sus puertas en TRECE. El 'late night' conducido por María Ruiz y Antonio Hueso ha tenido, este martes, a un invitado muy especial: Javier Rupérez. El ex miembro del Senado de España ha comenzado la entrevista hablando del último libro que ha escrito, ‘Crónicas de la Pandemia’ que resumen sus vivencias en los meses de confinamiento: “Lo escribí como un diario recordando las cosas que uno vive cuando uno ha estado secuestrado, como lo estuve yo. Esa sensación de no poder salir, de no hablar con nadie… tienes que vivir, pensar y lo que hice fue escribir”. Javier tiene a su mujer y a su hija en Estados Unidos y el confinamiento le pilló en España, por lo que no pudo regresar en más de un año.

La visión de Rupérez en la invasión de Ucrania

“En mi vida he vivido una situación tan complicada como esta”, destacaba Javier Rupérez que fue presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN entre 1998 y 2000: “Los rusos son unos criminales de guerra sin generalizar. Lo que estamos viendo no se veía en el mundo desde 1945, están destrozando el país. No podemos dejar que esto pase y que no ocurra nada”. ¿Se podrán juzgar estos crímenes?: “Hay que juzgarlos y hay que recordar lo que pasó en Núremberg. Creo que en este momento la humanidad demanda algo parecido para los líderes rusos. Hay sanciones, hay una contención militar para no complicar las cosas, pero hay que tomar la medida de juzgarlos”.

Javier Rupérez asegura que Putin “se ha cargado” el principio de Derecho Internacional de la renuncia del uso de la fuerza en las Relaciones Internacionales, por lo que habrá que buscar la forma de llegar a un alto al fuego para llegar a un acuerdo: “Si el acuerdo se baja en la partición de Ucrania sería darles la razón y yo no estoy de acuerdo con eso. No se trata de castigar a todo el pueblo ruso, pero Putin, como todos los criminales, debe pagar por lo que está haciendo”. Además, Rupérez ensalza la figura de Zelensky en estos momentos: “Es absolutamente admirable”

El médico forense, José Cabrera, se ha incorporado a la conversación para explicar cómo afecta un envenenamiento al organismo: “Cuando un cuerpo no tiene ninguna dolencia previa y súbitamente empieza a encontrarse mal sin fiebre, hay muchas posibilidades de haberse intoxicado con algo”. Los ucranianos se defienden con lo que tienen a mano y el alcohol está a mano, por lo que podría estar intoxicado con metanol. Este tóxico podría ser la causa de varias muertes de rusos.

Los secuestros de Javier Rupérez

En 1979, la banda terrorista ETA secuestró al diplomático durante 31 días: “En ese momento era diputado de UCD. Pocos días antes de ser secuestrado, UCD me dio un folleto diciendo qué debía hacer en caso de ser secuestrado. Me tocó a mí. Yo no tenía seguridad, iba al Congreso y volvía. Me encontré en una situación insólita, aunque sabía que me podía pasar, no me lo imaginaba. Me encontré con una mujer y con tres hombres con la cara cubierta. Me encierran en una casa de campo, me dan una pastilla, me suben en la parte de atrás del coche y finalmente acabo en un subterráneo”, relata Javier. “No sabía nada del exterior, si era de día o de noche… solo hablaba con ellos en una mesa donde había pistolas. Yo pedía libros y me los traían. Los 31 días de secuestro no sabía si al minuto siguiente iba a estar día”.

A Javier Rupérez no hace falta que le cuenten sobre el terrorismo de ETA: “Me lo sé, sobre todo cuando el jefe del comando se llama Arnaldo Otegui. Estaba demostrado que fue él. Nunca lo vi y años después no les pude reconocer, pero a la mujer que formaba parte la detuvieron y la interrogaron. Ella cuenta cómo me secuestraron, qué es lo que pensaban a hacer si el secuestro no salía”. Dale al PLAY para escuchar sus vivencias completas sobre estos secuestros.

¿Qué objetos personales esconde ‘La Caja’ de Javier Rupérez?

En esta sección los invitados abren una caja para descubrir su contenido: un objeto que les traerá buenos recuerdos. El interior de la primera caja escondía un sable: “Este es el espadín del uniforme diplomático. Es una cosa fina con una empuñadura muy bonita. El uniforme no te lo pones tanto porque solo es para embajadas especiales. Me lo puse en el Vaticano, cuando presentamos las credenciales al emperador de Etiopía… y una de las últimas veces fue cuando el rey Juan Carlos fue proclamado rey. Ese día, a todos los diplomáticos nos pidieron acompañar a todas las delegaciones internacionales y yo acompañé a la holandesa”.

En la segunda caja había un martillo: “Fui embajador en Madrid ante la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa. Como era el presidente, yo tenía que marcar los tiempos para comenzar y para acabar. Es un magnífico recuerdo”.

La última caja escondía una fotografía con Clinton: “Aquí le presenté mis cartas credenciales a Clinton. Esto era septiembre del año 2000 y fue un momento importante. Clinton era un tipo encantador”.