Albert Boadella critica en TRECE que “el teatro es un gremio muy sectario que se autocensura”
El actor y dramaturgo español se ha subido a 'La Azotea', con Antonio Hueso y María Ruiz, para defender una Cataluña constitucionalista
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"La azotea de medianoche" ha abierto sus puertas en TRECE. El 'late night' conducido por María Ruiz y Antonio Hueso ha tenido, este lunes, a un invitado muy especial: Albert Boadella. El actor ha comenzado la entrevista aclarando qué tiene entre manos en estos momentos: “Escribir. Cuando un escribe tiene que concentrarse. También ensayar una obra. Los últimos 10 años me he dedicado a las obras líricas y Twitter me distraía demasiado y me cansé. Me divertía contestando, porque armaba muchos jaleos, pero perdía demasiado tiempo”.
En su perfil de Twitter, Albert Boadella se define como “especialista contra el virus nacionalista”: “Necesitamos grandes científicos para encontrar esa vacuna, porque es un virus muy virulento y a veces violento también”.
Los comienzos de Albert Boadella
El actor estudió expresión corporal en París y arte dramático en Barcelona y Estrasburgo: “El teatro es una época muy divertida porque tienes que estudiar poco y hacer mucho. Estrasburgo es una ciudad muy bonita, pero con un clima terrible. Pero tengo un recuerdo formidable. Yo llegué a París a los 10 años y recuerdo que fue un impacto. Una ciudad magnífica, llena de vida. Eso de que te llamaban de usted te quedabas sorprendido”.
¿Cómo ha evolucionado el mundo del teatro todos estos años?: “Empieza a haber unos temas absurdos que uno no puede tocas y se está empezando a crear una autocensura. Estamos pasando una crisis de libertad en el teatro”. La trayectoria de Albert Boadella llega casi a los sesenta años.
Albert Boadella habla de la autocensura
Un jovencísimo Albert Boadella fundó ‘Els Joglars’ en 1962 con tan solo 19 años: “Comencé cuando había la censura de la dictadura. Pero la gente sabía que estábamos censurados y leía entre líneas. Pero ahora no nos damos cuenta de que nos estamos autocensurando. Casi todo mi gremio se dice a sí mismo de izquierdas y todos están en la propaganda de las bases esenciales de la izquierda. No hay nadie que esté del otro lado, o muy poca gente. Es un gremio muy sectario que solo habla de determinadas cosas”.
Muchas obras de Albert han sufrido desde duras críticas a boicots: “Tuve muchas dificultades. Fui a parar a la cárcel por una obra y me escapé. Me fui al exilio. La cárcel es muy dura. Simulé una enfermedad, me llevaron al hospital clínico y me escapé por la ventana”.
Con uno de sus libros, el actor se “despidió” de Cataluña en el año 2007: “Pensé que seguiría siendo una tierra abierta y ver cómo, día a día, se hunde en una especie de xenofobia contra todo lo español… es lo que más me ha dolido. Jamás me hubiera imaginado llegar a donde hemos llegado, al enfrentamiento en la propia sociedad, el adoctrinamiento… No lo hubiera imaginado en mi vida. Me siento querido por la gente que está en contra de lo que está sucediendo. A veces tengo que soportar bromas muy pesadas, que me tiren basura en el jardín, que me hagan pintadas… pero no me voy a marchar porque lo digan los demás”.
Albert Boadella responde en ‘La Azotea’ de TRECE
En esta sección, el invitado responde a tres preguntas indiscretas formuladas por tres personas muy curiosas. La primera pregunta viene de la mano de Jimeno, de CADENA 100, “¿Qué Albert Boadella insultaría a qué Albert Boadella?: “El del 62 insultaría mucho más, me diría “burgués”, este sería el peor de los insultos. A lo mejor me llamaría anticatalanista, traidor… porque en el 62 reivindicábamos la cultura de Cataluña”.
La segunda la formulaba Antonio Jiménez, director de ‘El Cascabel’ de TRECE, ¿Qué harías para reforzar el constitucionalismo en Cataluña?: “Soy partidario de la suspensión autonómica. Yo era muy partidario del 155, intervención directa del Estado en todas las instituciones catalanas. La vida democrática funcionaría, porque la sensación de inseguridad jurídica en Cataluña me parece muy grave. No consentiría que se esté enseñando a los niños lo que se les está enseñando, el adoctrinamiento desde el punto de vista político. Hay que cuidar a los pequeños y a la juventud. No se pueden pasar las leyes por el forro”.
José Luis Pérez le preguntaba por las similitudes y diferencias entre un bufón y un político: “Normalmente, sale perdiendo el político. El comediante practica un arte. El político, juzgado como comediante, es un mal comediante. Se le ve el plumero, es muy difícil ver que es sincero, lo hacen muy mal y se les nota. Esta diferencia es muy importante. El comediante, si hace bien su personaje, te lo crees y con el político tienes la sensación de que te trata como si fuera un poco tonto”.