"Errejón reconoce "errores" y se queda a un milímetro de situarse a sí mismo como la víctima"

José Luis Pérez, director de 'TRECE Al Día', reacciona a las palabras de Yolanda Díaz, quien sostiene que la dimisión de Errejón es el resultado de un proceso abierto sobre los testimonios de posibles casos de violencia machista

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Íñigo Errejón, el portavoz del partido que se dice 'el más feminista de España', ha reconocido, todavía solo de manera implícita, las acusaciones contra él que han presentado de momento cuatro mujeres que le denuncian por acoso sexual. Y posiblemente, como último servicio como portavoz del partido que se dice más feminista del país, lo hace en una nota por escrito en la que no esboza ni siquiera algo parecido a una petición de perdón. En esa nota con la que Errejón viene a reconocer al menos parte de esas denuncias por acoso sexual, lo que él despacha con un «errores», el fundador de Podemos se queda a un milímetro de situarse a sí mismo como la víctima, porque viene a decir que su comportamiento, esos posibles casos de acoso, se debe a los diez años en los que lleva desempeñando un papel político que autodefine como de “altísima responsabilidad”.

El resumen de su carta de dimisión viene a ser algo así como que la fama, por supuesto el patriarcado, la visibilidad le han hecho así, todo eso le ha hecho así. Sostiene Errejón en esa carta, en la que hay más menciones a sí mismo que a cualquier otra persona, no digamos ya a las víctimas, sostiene que en la primera línea política y mediática dice “se subsiste de manera más eficaz con una forma de vida que se emancipa de los otros y que lleva una subjetividad tóxica”. O sea, como si todos los que forman parte de la vida política o de los medios, no por ellos mismos, sino arrastrados, no se sabe muy bien por qué, se vieran obligados a humillar a quienes tienen alrededor. Eso es lo que viene a decir.

Solo un pecado reconoce en esa carta Errejón y no es el de los abusos sexuales de los que le acusan. Para él lo es, su pecado, el haber llevado una forma de vida neoliberal.

Íñigo Errejón fue la gran apuesta de Yolanda Díaz que lo convirtió en la cara más visible de su grupo parlamentario en el Congreso. La vicepresidenta del Gobierno acaba de reaccionar, de la misma manera que lo ha hecho quien hasta ahora por lo menos era su protegido. Reconoce que desde comienzos de semana en su partido, en Sumar, están ya recogiendo testimonios con las denuncias contra Errejón por acoso sexual. Y sostiene que en realidad su diputado no dimite, sino que le echan, dice Yolanda Díaz de una manera sutil, que le echan como consecuencia de esa investigación interna. Parece hasta contundente, ¿verdad? Si fuera así, ¿por qué, en cambio, no dijo nada hasta que este caso ha sido público? ¿Por qué si las denuncias anónimas circulan por las redes desde hace un año, es ahora cuando Yolanda Díaz dice que las investiga? El partido más feminista de la historia, decían.