Mons. Alfonso Carrasco, sobre la asignatura de Religión: "Forma parte de la formación integral del alumno"
El obispo de Lugo y presidente de la Comisión de Educación de la CEE ha explicado en 'TRECE al Día' en qué fase se encuentra el nuevo currículo de la asignatura
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El obispo de Lugo y presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura, Mons. Alfonso Carrasco, ha pasado por 'TRECE al Día' para analizar en qué estado se encuentra el nuevo currículo de Religión en las etapas de Infantil, Primaria y Educación Secundaria Obligatoria que se ha abierto a la comunidad educativa para que puedan realizar sus aportaciones.
“Estamos en un momento avanzado. Hubo pasos anteriores, el primero fue comprender la mejor manera de estar presentes en la estructura que plantea la nueva ley, la LOMLOE. Luego tuvimos un largo periodo de consulta y debate con la celebración de un foro online en la que participaron expertos de diversas dimensiones de la Religión como profesores, padres... e hicimos una síntesis que pusimos a disposición para que hicieran sus propuestas. Y ya tenemos borrador de Infantil, Primaria, Secundaria y falta Bachillerato porque el Ministerio nos ha pasado menos información”, ha precisado el obispo de Lugo.
Mons. Carrasco ha precisado que el objetivo es que la asignatura de Religión esté en igualdad de condiciones del resto de asignaturas, “con la misma dignidad que las demás. Ahora queda el último paso para recibir las sugerencias y hacer los cambios que sean oportunos. Son sugerencias del mundo educativo o teológico, y le daremos forma definitiva y si la comisión la aprueba, la mandaremos al Gobierno”.
El presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura ha explicado que la clave teológica que mueve a la CEE a trabajar en el nuevo currículo es “ayudar a entender al alumno de manera práctica y en su vida cómo desde la luz del Evangelio se hace posible vivir humanamente, relacionarse con el mundo y con Dios, tener esperanza ante la vida y la muerte. Mostrarlo desde la clave del Evangelio porque en la LOMLOE, al menos como voluntad, se desea poner en el centro al niño y su formación integral y humana. Nos parece bien, porque la educación religiosa escolar forma parte de la educación integral de un menor. Entonces, nosotros decíamos que para alcanzar la madurez y crecer en la conciencia, libertad y razón, estas dimensiones humanas el niño tiene un camino muy bueno. La idea es desde el Evangelio iluminar lo humano y responder las exigencias que plantea la vida en una sociedad complicada como la nuestra”.
Reconocía en TRECE Mons. Alfonso Carrasco que la parte en la que menos consenso existía con el Gobierno es que el reconocimiento del niño no puede hacerse “sin partir de sus raíces verdaderas, de su familia, de su Religión o de su cultura. Hay que respetar su conciencia y libertad. Desde el Evangelio lo podemos hacer según todas las leyes pedagógicas y urgencias prácticas que pueda tener la escuela y así tratamos de preparar el currículo”, ha dicho.
El mismo día en el que se ha conocido la intención del Ministerio de Educación de que los niños de 6 a 12 años que cursen Educación Primaria el próximo curso podrán seguir eligiendo la asignatura de Religión, pero se limitará a una hora a la semana cuando en la actualidad es hora y media, Mons. Carrasco ha defendido que “en el Evangelio, en el encuentro con Cristo se desvela toda la verdad, la dignidad, el destino de la persona. Nos importa el niño o niña que está siendo educado. Esta centralidad nos parece la primera clave de un diálogo con el mundo de hoy. Hay que valorar en serio a la persona, su conciencia, su corazón, su sentido de vida. Hay que permitirle crecer, ser libre, ser consciente y para eso necesita encontrarse con Cristo”.
Ha continuado explicando el titular de la diócesis de Lugo que “la clave que vemos es por un lado insistir en que el Evangelio permite salvar al hombre para siempre. Y por otro, es la fe la que abre a la persona los caminos de la verdad, le permiten no tener miedo a ningún tipo de conocimiento porque la fe siempre ha sido audaz y queremos seguir siéndolo. Importa la razón, importa pensar y la fe lo promueve porque desea ser comprendida y ayudar a dar forma a la vida”.