"Necesitan saber que es posible recuperar la alegría perdida": Enrique Benavent destaca la labor de los voluntarios desde las parroquias

El arzobispo de Valencia recorre diariamente municipios afectados por la DANA y muestra cómo trabaja la Iglesia distribuyendo productos de primera necesidad y dando asistencia espiritual

El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, en TRECE
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Víctor Gutiérrez / Web Archidiócesis de Valencia


Redacción TRECE

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Diariamente, Mons. Enrique Benavent visita las parroquias de las zonas afectadas “que están al pie del cañón”. Cuenta en TRECE que, en ocasiones, esta tarea se complica por la situación en la que se encuentran los pueblos una semana después de la catástrofe: “A veces las carreteras están cortadas, las calles de los pueblos están cortadas porque está la maquinaria trabajando, limpiando y no se puede acceder. Cada vez que salgo para ir a una parroquia es una pequeña aventura. Sabes cuándo sales, no sabes cuándo llegarás y no sabes al final si podrás realizar todo el plan que te has trazado”.

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Los ciudadanos no han parado de agradecer la ayuda de los voluntarios que se acercan a sus localidades. También los grupos parroquiales agradecen estos gestos desinteresados de personas anónimas y “manifiestan, sobre todo, que no los dejemos solos, que estemos a su lado y agradecen esa presencia de la Iglesia”. Enrique Benavent explica cómo la Iglesia ha puesto a su disposición las instalaciones que no están afectadas: “Hay algunas parroquias que se han convertido en un centro logístico de distribución de productos de primera necesidad y ahí también piden una asistencia espiritual, sobre todo que sentirse acompañados, no tener que afrontar solos, saber que están apoyados y que no están olvidados ni por las autoridades y, en mi caso, que no están olvidados por la Iglesia”.

Enrique Benavent

Víctor Gutiérrez / Web Archidiócesis de Valencia


El arzobispo de Valencia sostiene que “el consuelo es estar cerca de las personas, estar a su lado”. Hay quien lo ha perdido todo y se siente en la necesidad de refugiarse en la fe, y ahí es dónde la Iglesia puede “ofrecer una palabra de esperanza, una palabra de ánimo, que sientan una mano amiga, y esto es lo que poco a poco va abriendo su corazón”. Todo esto, sostiene, se debe realizar desde la cercanía humana y "el hecho de que las personas sepan que, en ese momento, hay alguien que se preocupa de ellas, que ora por ellas, es un camino que les abre el corazón a la esperanza en Cristo resucitado".

En este aspecto, los voluntarios han jugado un papel muy importante: “Hay más alegría en el dar que en el recibir. Unos voluntarios que han dado parte de su tiempo, que hacen un gran esfuerzo muchas veces por ir a los lugares caminando, que hacen un gran sacrificio. Y es bonito ver cómo en esa entrega, en este sacrificio, ellos encuentran y viven una alegría interior, que la expresan e intentan transmitirla también a las personas que están sufriendo y que no solo necesitan una ayuda material, necesitan también una palabra que les muestre que se les quiere, que se está a su lado y que es posible recuperar esa alegría perdida para muchos de ellos”.

El apoyo de Cáritas Española

Cáritas tiene un papel preponderante en la oleada de solidaridad de toda España. Mons. Benavent recuerda por qué esta labor está siendo esencial: “En primer lugar, en prestar una ayuda para las cosas de primeras necesidades. Esta es una primera misión que tiene Cáritas en estos momentos y a través de las parroquias, en colaboración con los ayuntamientos, en colaboración con las autoridades”. Ahora son muy necesarios productos higiénicos, porque la situación sanitaria puede complicarse y porque hay una gran suciedad en las calles. “Hay otras necesidades que se tienen que ir atendiendo a largo plazo, cuando se vean las consecuencias en cada familia, consecuencias en lo que se refiere a la vivienda. Habrá personas que han perdido su trabajo, han perdido sus negocios, que pasarán por una época de necesidad. Hay que tener los recursos necesarios para cuando se planteen necesidades de este tipo, también desde Cáritas se pueda ayudar”. Aunque el arzobispo de Valencia aclara que “el primer responsable de intentar ayudar a las personas tiene que ser las autoridades públicas, el Estado, al final no se llega nunca a todo”. Y aquí es donde Cáritas tiene que estar preparada a través de las colaboraciones y donaciones de quienes puedan aportar a esta causa.

La llamada del Papa Francisco

El Papa Francisco ha llamado por teléfono al arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, "para interesarse por la situación" que está viviendo la provincia tras la DANA que, hasta el momento, ha causado 211 víctimas mortales en la región e innumerables daños materiales.

En un primer momento, el Papa había expresado ya su "cercanía" a los afectados por las inundaciones que han afectado a varias partes de España, en especial a Valencia, en un vídeo dirigido esta mañana al obispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal española (CEE), Luis Argüello. “Mandaba un primer saludo, unas primeras palabras de afecto, de cercanía y de aliento”, describe Enrique Benavent.

Después, Francisco quiso ponerse en contacto directamente con el arzobispo de Valencia para interesarse por la situación: “Estuvimos cinco minutos conversando, le expliqué algunos detalles de alguna situación que yo conocía y se mostró muy impresionado. Me decía que a medida que veía las imágenes, se quedaba más impactado por la magnitud de la tragedia”. Esto, opina Benavent, “es un signo de cómo el Papa está siguiendo nuestra situación y cómo el Papa está impresionado por la tragedia que ha ocurrido y por las situaciones personales y humanas que muchas personas están viviendo como consecuencia de esta tragedia”.