Luchando contra el coronavirus: Lo que sabemos y desconocemos a día de hoy sobre él

Con científicos como Estanislao Mistral, Adolfo García Sastre o Cesar Nombela, en TRECE repasamos lo que hemos avanzado hasta el momento en el conocimiento del virus

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tras varios meses luchando contra él, en "TRECE te acompaña" nos preguntamos cuánto sabemos realmente sobre el coronavirus. Ana Samboal nos presenta una recopilación de voces científicas de primer nivel que nos ayuda a repasar lo que sabemos y lo que no de la COVID-19. Además, repasamos en qué punto se encuentran las investigaciones para el desarrollo de una vacuna y los diferentes elementos sobre los que está trabajando.

Pero, para comenzar, viajamos al pasado, a una predicción de Bill Gates que se ha cumplido y que en su momento no se escuchó. En 2005, el cofundador de Microsoft advertía que "la amenaza a la que se enfrentaba el mundo no era una guerra nuclear sino una crisis provocada por un virus. "No misiles, microbios. Parte del motivo es que hemos invertido una gran cantidad de dinero para el desarme nuclear , pero muy poco en un sistema para prevenir epidemias".

A día de hoy sabemos muy poco del virus causante de la COVID- 19. El microbiólogo Estanislao Mistral hace una descripción de los síntomas más conocidos como la fiebre, la tos, y la dififcultad para respirar. El director del Instituto de Salud Global y Patologías Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Adolfo García Sastre, resalta que "el órgano más afectado por la infección es el pulmón, pero que no se sabe si hay otros órganos que son afectados por igual por el virus. Se sabe que puede replicarse en el intestino y que puede replicarse en el corazón y vasos sanguíneos provocando una inflamación que puede ser la causante de trombosis".

A medio y largo plazo, la gran esperanza es la vacuna con más de un centenar de investigaciones en marcha, algunas de las cuales dejan buenas noticias. Cesar Nombela, catedrático de Microbiología explica "algunas de estas investigaciones utilizan ácidos nucleicos para inducir las proteínas y despertar una respuesta, otras emplean proteínas directamente, otras el virus entero, sea inactivado o atenuado". Juan José Badiola, director del centro de Enfermedades de Transmisión Emergentes de la Universidad de Zaragoza habla de este último sistema y "señala que se ha utilizado mucho en otras enfermedades". Estanislao Mistral explica el procedimiento: " si conocemos su genoma y podemos trocearle, podríamos quitarle esos fragmentos que son dañinos, y así sería un genoma sin armas. Ese es un virus atenuado. Podríamos trabajar con él para la investigación de la vacuna".

Badiola señala que una segunda estrategia son "las vacunas de vectores del virus, que están empleando 25 de los proyectos. Como vectores se utilizan el virus del sarampión o atenuados.". Mistral apunta que en este caso se inserta una parte del virus en el genoma de otro virus. La tercera estrategia que señala Badiola es la utilización de ácidos nucleicos que codifican una proteína especial del virus capaz de generar una respuesta inmunitaria suficientemente importante frente al virus. Una técnica más es el uso de protenias del virus, es un sistema similar al que se usa con la Hepatitis B y consiste en el uso de proteínas que podamos crecer y purificar para inyectárselas a una persona de forma que puedan entrenar a nuestro sistema inmunitario a reconocerlas y defendernos así frente al virus.

COLABORACIÓN CIENTÍFICA SIN PRECEDENTES

Para el desarrollo de estas investigaciones frente al coronavirusse ha establecido una colaboración sin precedentes para acelerar el desarrollo clínico y como apunta Nombela "que en un año se pueda producir una vacuna e incluso a gran escala, para hacerla disponible globalmente". Daniel López Acuña, ex director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS también coincide en que tendremos una vacuna. "Lo que es importante es entender que no tendremos una vacuna mañana, sino que hay que esperar un periodo de varios meses".

Junto a la vacuna, otras investigaciones se centran en un tratamiento. López Acuña señala que hay un gran abanico de estas últimas. García Sastre explica en "TRECE te acompaña" que el problema es que esta enfermedad es muy rápida, por lo que estamos luchando contra un enemigo veloz y eso hace que estemos todavía por detrás a la hora de desarrollar tratamientos. César Nombela apunta que, por el momento, se están utilizando tratamientos empleados contra otros virus y se está trabajando en diversos factores para tener una solución cuanto antes.

Estanislao Mistral especifica en qué consisten estas vertientes. En un primer lugar con antivirales, para atacar en los primeros días de infección, en segundo lugar con plasma de personas infectadas que se inyecta en pacientes para que se una a nuestro sistema inmunitario. Una tercera vía son antivirales que actúan contra la capacidad reproductora del virus.

Junto a la investigación, el trabajo de los sanitarios ha sido importantísimo. Muchos de ellos se han infectado, especialmente en España, que presenta el porcentaje más alto. Para todos los que han vivido esta situación, está claro que los efectos van a estar presentes. "Fatiga crónica, situación de ansiedad, angustia, dificultad para comprender situaciones que antes pensábamos que eran muy comunes", explica el doctor Ángel Ponce de León, profesor y psiquiatra. Estas situaciones no sólo tienen efectos en nosotros mismos sino que "pueden afectar a la convivencia".

Finalmente y como recomendación a la responsabildad personal, hasta que la ciencia nos permita tener controlada la infección, Daniel López Acuña recuerda la importancia de "evitar un nuevo repunte, porque eso nos haría retroceder todo lo que hemos avanzado".

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