Este es el desconocido idioma que inventaron los vascos cuando emigraron a Islandia más allá del euskera
Los balleneros vascos navegaron las aguas del norte de Europa hace más de cinco siglos, dejando un legado que ha dejado huella en el idioma
Madrid - Publicado el
3 min lectura
El pueblo vasco ha vivido migraciones a lo largo de los siglos, ya sea por las famosas diásporas al continente americano, como por trabajos de navegación que le llevaron hasta los confines de Europa. Balleneros que llegaron hace más de cinco siglos a países como Islandia o Groenlandia llevaron a estos territorios la cultura del euskera y crearon incluso un idioma más allá.
Porque la lengua de Euskadi, al menos en la actualidad, ha pasado de ser el cuarto idioma cooficial de España en la última década a producirse un aumento del 6% en el número de hablantes desde 2011, según datos del Instituto Vasco de Estadística. Así, un total de 1.400.000 personas que dominan el euskera, por los 1.140.000 que reflejaba el INE una década antes. Pero no sólo se habla en el País Vasco, sino que las grandes migraciones históricas de los ciudadanos del norte de la península a América ha generado que, en países como Argentina, al menos un 10% de sus ciudadanos tengan ascendencia vasca.
El idioma que inventaron los vascos en Islandia
Lo cierto es que durante los siglos XVI y XVII los marineros vascos establecieron rutas comerciales tanto con las tribus de la costa este de Estados Unidos, como los micmacs y los inuit, como con marineros islandeses. Sobre los primeros habla la Revista Internacional de los estudios vascos (RIEV) en su artículo 'Balleneros vascos en la Islandia del siglo XVII: recuperar la memoria a través del proyecto Pidgin'. Sobre los segundos también lo mencionan en el artículo y, como recoge Crónica Vasca, “la relación entre los pueblos se basó en el comercio generado a través de la explotación de los recursos que la ballena ofrecía”.
Pero hay una palabra en el propio título del artículo que delata que pudo haber más que un intercambio de culturas, y llegar hasta a crear una lengua entre ambos pueblos: el “pidgin”. Según explica el Instituto Cervantes, el 'pidgin', “es una variedad lingüística que surge a partir de dos o más lenguas con un propósito práctico e inmediato”. Su función, explica, “es la de satisfacer las necesidades de comunicación entre individuos o grupos de individuos que no poseen una lengua común”. Así, marineros de un país y otro crearon el idioma vasco-islandés, que quedó recogido en tres documentos manuscritos. En ellos hay un total de 519 palabras en el primero, 228 palabras en el segundo y 11 el tercero, 848 palabras entre todos (el último está incompleto).
Unos documentos que tienen el nombre de 'Basknesk ordasofn' y que datan del siglo XVII. Nicolaas Gerardus Hendricus Deen, un lingüista holandés, que estos manuscritos se encuentran en la ciudad islandesa de Vestfirdir. “Se sugiere que los documentos están realizados por dos personas, pero se desconoce el nombre de los realizadores y tampoco se sabe con quién tuvieron contacto para traducir o compilar las respuestas”.
Concretamente, el dialecto que predomina en estos escritos es el del vasco-francés y se menciona el puerto de Donibane Lohizune (traducido como San Juan de Luz), conocido en el siglo XVII por la habilidad de los balleneros vascos a ojos de los holandeses. En algunos de esos documentos se recogen expresiones marinas derivadas del euskera mientras que, en otros, hay frases completas como 'for mi berrua usnia eta berria bura', traducido como 'dame leche caliente y mantequilla fresca'. "Los cambios en el orden normal de las palabras (adjetivo + sustantivo) no siguen el mismo patrón que el euskera moderno y es más característico de las lenguas germánicas", recoge el artículo.