La banca impulsa a la Bolsa, pero no lo suficiente para asaltar los 9.000 puntos

La reacción alcista del sector bancario, animado por la caída de la morosidad, ha impulsado las ganancias en la Bolsa. Pero este empuje no ha evitado que la Bolsa haya vuelto a toparse de bruces con la barrera de los 9.000 puntos ante la debilidad, en esta ocasión, del sector farmacéutico y energéticas.

La ausencia de grandes referencias macroeconómicas tampoco ha ayudado en exceso. El índice IFO en Alemania, que mide el clima empresarial, ha resultado bastante decepcionante. Este indicador ha descendido de 100,7 puntos a 99,4 puntos en agosto. Una caída por encima de las previsiones que refleja ciertos cuellos de botella en el suministro de la industria alemana, así como temor por la evolución de la variante india de la covid.

En cambio, el índice de pedidos de bienes duraderos llegado de Estados Unidos sigue mostrando la fortaleza de la economía norteamericana al crecer un 0,7 por ciento en julio cuando los expertos esperaban un ligero descenso desde el 0,6 por ciento del mes anterior. Aunque este indicador tiene poco peso en los mercados, al menos ha servido para no entorpecer la nueva racha de máximos en la apertura de Wall Street.

Tanto el S&P 500 como el Nasdaq se mantienen en cifras récord, aunque con mucha cautela a la espera de las pistas que puedan desprenderse del simposio de Jackson Hole. Esta pequeña localidad estadounidense del Estado de Wyoming reúne desde del jueves y hasta el sábado a los responsables de los principales bancos centrales del mundo para analizar las medidas adoptar en materia de política monetaria para hacer frente a los retos de la economía provocados por la pandemia.

La bolsa española no se ha librado de esta prudencia general en los mercados internacionales y ha vivido una nueva jornada de transición con mínimas ganancias. El índice Ibex 35 apenas ha ganado un 0,3 por ciento al cierre para quedar en los 8.977 puntos.

De este modo, el selectivo español se vuelve a quedar con la miel en los labios, pese a las fuertes subidas protagonizadas por el sector bancario. Unicaja, Banco Sabadell y BBVA han acabado la sesión con alzas del orden del 4 por ciento, mientras que Santander ha subido un 2,7 por ciento y Caixabank un 2 por ciento.

Un derroche de fortaleza tras conocerse que la morosidad de la banca española, determinada por el porcentaje de créditos impagados en relación con el total concedido por las entidades financieras, se ha reducido en junio hasta el 4,40%, su nivel más bajo desde hace más de una década y poniendo fin a una racha de dos meses consecutivos de subidas.

En esta ocasión ha sido las farmacéuticas y en menor medida el sector energético el que ha ejercido de contrapeso negativo. Entre los valores más bajistas se han situado PharmaMar con una caída del 3,5 por ciento, Faes con un recorte del 2,4 por ciento y Rovi con un retroceso del 1,66 por ciento.

Las energéticas como Solaria, Red Eléctrica, Enagás y Grenergy han sufrido también un mal día con con ajustes del orden 2 por ciento. En este caso, el sector se ha visto salpicado por la investigación abierta por la CNMC para detectar posibles irregularidades en el cobro de tarifas.

Todo ello en un día sin grandes cambios tampoco ni en el mercado de divisas, con el cambio del euro estabilizado en 1,17 dólares, ni con el precio del crudo, asentado sobre los 70 dólares por barril después de la fuerte agitación de estos días atrás.