Vuelven a flojear las Bolsas, mientras se dispara la rentabilidad de los bonos

El índice Ibex 35 ha cerrado en 6.274 puntos, con baja de un 3,44 por ciento.

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Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En estos últimos días se está produciendo un movimiento poco frecuente en los mercados. Y es que los inversores y los ahorradores de medio mundo están vendiendo todos los activos a un tiempo. No hay ninguno que se convierta en refugio. Los inversores venden acciones, venden deuda pública y venden oro. Hoy por hoy el único consuelo lo ofrece la liquidez. Los mercados no solo no levantan cabeza, sino que siguen hundiéndose con rapidez,  a pesar de la batería de medidas que están anunciando los grandes bancos centrales, los grandes organismos internacionales y los gobiernos.

La Bolsa de Nueva York pierde esta tarde entre un 5 y un 7 por ciento. La racha es demoledora. El índice Dow Jones pierde hoy los 20.000 puntos, cuando hace mes y medio acariciaba los 30.000. Es la corrección más rápida y vertiginosa que se recuerda en la historia de Wall Street. Dentro de casa también cuecen habas. El índice Ibex 35 ha cerrado en 6.274 puntos, con baja de un 3,44 por ciento. Telefónica se ha comportado mejor que la media del mercado. Ayer subió un 18 por ciento. Hoy ha sumado otro 0,2 por ciento, hasta 4,34 euros. Inditex, que ha publicado resultados, ha perdido poco más de un 1,5 por ciento. Meliá Hoteles y la central de reservas Amadeus han caído a plomo. El Banco Santander se ha dejado un 6 por ciento, pero mantiene los dos euros por título.

En las próximas semanas y meses van a publicarse pobres indicadores económicos. Algunos, sin duda, serán alarmantes, casi catastróficos. Se trata de saber si los mercados los han descontado ya suficientemente y si van a ser capaces de convivir con cifras que pueden ser demoledoras. La evolución de  las Bolsas en el futuro a corto plazo dependerá  tanto de la evolución de la pandemia como de los datos económicos. Hasta que no remita la epidemia  o se encuentren vacunas y medicamentos efectivos contra el virus, los mercados financieros no encontrarán suelo ni consuelo. La noticia esperanzadora es que China y otros países están avanzando rápidamente en una vacuna, que pronto comenzará a probar en humanos.

Los expertos de Goldman Sachs pronostican una contracción del 1,3 por ciento en la economía española en este año debido al impacto del coronavirus, pero añaden que esperan una expansión del PIB de un 4,3 por ciento en el año 2021. Para el conjunto de la zona euro, Goldman Sachs espera una contracción del 2,7 por ciento este año, con un repunte el 3,5 en el próximo ejercicio. Alemania, según estos expertos, se contraerá un 1,9 por ciento en el año en curso y crecerá el 3,6 por ciento el año 21. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, da por perdidos tres trimestres de este año por la crisis del coronavirus. Pero confía en un rebote que permita una recuperación rápida del PIB si España consigue mantener el empleo y la estructura financiera mientras dura la crisis.  En este sentido, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, cree que los efectos de la epidemia puede durar semanas o meses, pero espera que su impacto sobre la economía sea temporal.

La Federación Europea de Bolsas considera que es crucial que los mercados de valores continúen abiertos en esta situación excepcional que ha creado la pandemia de coronavirus. Este organismo asegura que los mercados financieros “ejercen una función social y económica clave que debe prevalecer en tiempos de incertidumbre.” Las Bolsas europeas, por tanto, seguirán abiertas.

En el mercado de deuda está aumentando rápidamente la rentabilidad de los bonos. Lo que quiere decir que los inversores están vendiendo sus bonos con prisas para hacer liquidez. Por lo que parece, a estas alturas ya casi no importan precios o niveles. Solo importa la liquidez. El rendimiento de las obligaciones españolas a diez años se ha disparado al  1,22 por ciento, que es su nivel más alto desde el año 2017.  Hace pocos días se movía en la zona del 0,20 por ciento. Y el pasado verano llegó al 0,13. El “bund” alemán ofrece una rentabilidad del menos 0,23 por ciento. La prima de riesgo de España se eleva por tanto hasta 145 puntos. El petróleo sigue desplomándose. Hoy se deprecia más de un 8 por ciento. Se paga ya a menos de 26 dólares por barril, su cotización más baja de los últimos 18 años y muy lejos de los 70 que alcanzó a comienzos de año.

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