Baja la Bolsa, sube el euro y se dispara el precio del petróleo

Las Bolsas dan un paso atrás después de diez sesiones alcistas consecutivas. Los inversores vuelven a  preocuparse por el enfrentamiento entre  Estados Unidos y China. La historia de nunca acabar. Hoy han entado en vigor los aranceles comerciales cruzados entre ambos países. La duda es si finalmente  se llevará a efecto una nueva ronda de negociaciones que permita suavizar la tensión.

De momento, el índice Ibex 35 ha bajado un 0,8 por ciento, hasta 9.512 puntos.  La semana pasada subió cerca de un 2 y medio por ciento.  Hoy ha destacado la caída de un 2 por ciento del Banco Santander.  Los analistas de la firma francesa de inversión Kepler Cheuvreux han rebajado drásticamente su precio objetivo, hasta 3,90 euros, frente a los 4,47 euros a los que ha cerrado hoy el banco cántabro. Kepler argumenta que la compra del Popular no creará valor para el accionista del Santander.   Considera que podría ser necesaria otra ampliación de capital. En lo que va de año las acciones de Santander se han depreciado un 15 por ciento.

Han subido pocos títulos, entre ellos Amadeus, que se incorpora al índice Eurostoxx 50 y también Repsol, que se recupera de la caída con que recibió la noticia de que Caixabank saldrá de su capital. La subida del petróleo ha ayudado a esa recuperación de Repsol.  Este fin de semana  la OPEP, la organización de países exportadores de petróleo, no ha conseguido alcanzar un acuerdo para aumentar su  producción, así que el precio del crudo se dispara. Hoy más de un 2 por ciento. Supera ya los 80 dólares por barril. Estaba a poco más de 60 a comienzos de año. Puede subir todavía más, presionado por la menor producción de Venezuela y por la inminente entrada en vigor de las sanciones de Estados Unidos a Irán.

Con estas referencias, el precio de los carburantes no para de subir. Desde finales de 2014 no se recordaban precios tan altos. Llenar un depósito de 55 litros de gasóleo cuesta hoy casi seis euros más que en enero.  Una energía mas cara provocará mayores costes de producción en las empresas, subidas de precios y a la postre una menor actividad económica.  Su encarecimiento  perjudica directamente a los ciudadanos y también a las empresas, que tendrán que decidir si asumen la subida de precios de la energía o si la repercuten en sus productos. Es decir, o empeoran los resultados empresariales o sube la inflación. Precisamente este viernes se conocerán las cifras de inflación de España y del conjunto de la zona euro. Se espera que se mantenga en el 2 por ciento en la UE y en el 2,2 por ciento en España. 

En el mercado de divisas, el día ha estado marcado por las palabras del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que  ha comparecido ante el comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo. Ha  señalado que la inflación subyacente está creciendo con fuerza en Europa. La divisa común ha reaccionado apreciándose hasta niveles de 1,18 dólares, a pesar de que la Reserva Federal de Estados Unidos probablemente anunciará este miércoles una subida de un cuarto de punto en el precio del dinero. Se colocará en la banda del 2 al 2,25 por ciento. Y se espera otra subida a finales de año.