Se dispara el petróleo mientras el dinero sale de las Bolsas para refugiarse en el oro, en deuda y en el dólar
El índice Ibex 35 baja un 0,46 por ciento y se sitúa en los 9.646 puntos
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Ha sido una semana corta pero muy convulsa en los mercados de valores. Las últimas tres sesiones y media han sido, de hecho, toda una montaña rusa. La Bolsa cayó el lunes y en la media sesión del martes, para recuperarse después con mucha fuerza el jueves... para volver a tambalearse en la sesión de hoy. El nuevo aumento de la tensión bélica entre Estados Unidos e Irán ha complicado enormemente hoy las cosas en los mercados, tanto en los financieros como los de materias primas. La muerte de un importante general iraní en el aeropuerto de Bagdad tras un ataque con misiles ha provocado un aumento de la crispación geopolítica. Irán e Iraq amenazan con represalias a Estados Unidos y los mercados internacionales se han angustiado recordando viejos fantasmas. Nadie quiere una tercera guerra del Golfo, ni nada que se leparezca.
La reacción ha sido inmediata. Han caído las Bolsas europeas. El índice Ibex 35 ha bajado un 0,46 por ciento, hasta 9.646 puntos. En los peores momentos del día ha llegado a caer más de un 1 por ciento. Al final, el balance de la semana ha sido negativo. La Bolsa ha perdido un 0,3 por ciento. Se han salvado hoy de la quema algunos valores, como Repsol, Inditex o Telefonica. Pero la estrella ha sido Cellnex, que ha entrado en el mercado portugués por la puerta grande, con una inversión de 800 millones de euros. Por su parte, Deóleo ha arrancado el año con fortísimas subidas. Este mes su junta de accionistas aprobará el plan de reestructuración de la compañía, lo que le permitirá salir de la situación de quiebra técnica en la que se encuentra.
Las Bolsas de EEUU han abierto también con fuertes pérdidas, que cortan una espectacular racha de máximos históricos. El petróleo se ha disparado, ha subido más de un 4 por ciento, hasta 69 dólares por barril, su precio más alto desde el pasado mes de septiembre. Ha llegado a subir algo más ante el temor a que se reduzca la producción en el golfo pérsico si aumenta la tensión bélica.
El dinero ha buscado refugio en la deuda pública, sobre todo en la alemana y también en el dólar, que hoy ha subido con fuerza. Además, los inversores se han guarecido en el oro, que roza los 1.550 dólares por onza. El vil metal retoma su papel de activo refugio en los tiempos convulsos o inciertos. A finales del pasado verano el oro llegó a pagarse todavía algo más caro. Por cierto que muchos de los grandes bancos centrales mundiales están comprando oro desde hace tiempo. Las compras del vil metal alcanzaron el año pasado su nivel más alto de los últimos cincuenta años. Según datos de Bloomberg los grandes bancos centrales han comprado el 20 por ciento de la producción de las minas de oro. En la ultima década han recomprado la mitad del oro que vendieron en los cuarenta años anteriores.
Los mercados han puesto mala cara, además, ante los pobres datos de actividad manufacturera que se han publicado en Estados Unidos. El índice PMI se ha situado en 47,2 puntos, es decir por debajo de lo esperado y en su nivel más deprimido desde hade diez años y medio. Tampoco las cifras de paro de Alemania han contribuido a tranquilizar los ánimos. La tasa de paro se mantiene en el 5 por ciento, pero la mala noticia es que el número de desempleados ha aumentado más de lo esperado. En Alemania hay 2,28 millones de personas sin trabajo. Estas cifras constatan la pérdida de fuerza de la economía germana, sobre todo en el sector manufacturero. También se ha conocido hoy el IPC Alemania, que ha subido medio punto el mes pasado, hasta el 1,5 por ciento en tasa interanual. Ha repuntado, pero todavía queda muy lejos del 2 por ciento que maneja el BCE como objetivo. En Francia la inflación ha crecido cuatro décimas el mes pasado, que es algo más de lo que se esperaba.
Esta tarde se conocerán las actas de la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos. Será tras el cierre de los mercados europeos. En esa reunión del comité de mercado abierto (FOMC por su siglas en inglés) de la Reserva mantuvo el precio del dinero en la banda que va del 1,50 al 1,75 por ciento y dejó bastante claro que se tomará su tiempo antes de volver a tocar sus tipos de interés.