Consejos para elegir la tarifa de luz que más nos conviene
La tarifa regulada acaba siendo más barata
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La mayoría de los españoles podrían ahorrar mucho dinero a la hora de abonar la factura de la luz simplemente cambiando algunos hábitos o parámetros contratados. Aunque la factura de la luz parezca un tema complejo, no es tan difícil tener controlada algunas de las cuestiones más importantes y que pueden servirnos para conseguir un importante ahorro a final de mes.
Si consideramos que el precio que pagamos está por encima de nuestras necesidades o consumo, deberemos llamar a la compañía comercializadora para que realice los cambios oportunos. Solo con una llamada conseguiremos cambiar nuestra tarifa de la luz para que se ajuste a nuestras necesidades y a nuestra cartera, pero deberemos tener en cuenta tres parámetros a la hora de realizar las modificaciones.
La tarifa regulada acaba siendo más barata
Es un punto clave. Para saber si tenemos contratada una tarifa regulada, también llamada PVPC, deberemos mirar en la esquina la factura. Ese es el lugar en el que se índica quién es el suministrador. Si pone “Comercializador de referencia”, significa que estamos sujetos a una tarifa regulada. Si por lo contrario aparece el nombre de la compañía eléctrica, estamos dentro de un mercado libre.
El precio regulado siempre es más barato. Muchas empresas ofrecen descuentos, pero casi siempre sobre precios de euros por kilovatio/hora. Expertos del sector consultados por este diario explican que el ahorro suele ser del 20 o 25%, pero muchas personas consiguen un ahorro del 40% y en algunos casos la bajada en la factura puede llegar hasta el 80%.
Pasar a discriminación horaria (DHA)
La discriminación horaria es otra forma de ahorrar. Esta tarifa establece dos etapas, con precios diferenciados. La franja más barata va de las 10 de la noche a las 12 de la mañana del día siguiente en invierno. En verano, este horario comienza a las 11 de la noche. Si se acumulan los consumos mayores en este periodo (lavadoras, horno, etc.), se consigue también que la factura disminuya.
Bajar la potencia contratada
En función de su consumo instantáneo, necesitará usted una u otra potencia. Cuanto menor sea esta potencia, menor gasto, pero tampoco se puede reducir drásticamente, ya que cualquier pico de consumo implicaría que salten los plomos y no se puedan tener varios dispositivos eléctricos a la vez.
Y por último y muy impotante. La factura conjunta no ahorra
Una técnica que utilizan las compañías es ofrecer la factura de gas y electricidad de manera conjunta con la oferta de que eso supondrá un ahorro. Sin embargo los expertos señalan que es mentira que la factura de gas y luz conjunta suponga un ahorro.