El creciente temor a la cepa delta del coronavirus golpea a las empresas turísticas en Bolsa

La Bolsa ha entrado en la nueva semana con el pie izquierdo. De hecho ha operado hoy de mal en peor. Ha cerrado por debajo de los 9.000 puntos, que es una zona que no tranquiliza a casi nadie. Preocupa el insistente repunte de la inflación en las grandes economías y preocupa tanto o más el crecimiento de la variante delta del coronavirus. Es una cepa que está ganando terreno a gran velocidad. De hecho, puede convertirse dentro de poco en la mayor amenaza para la economía mundial. Por tres motivos: es una cepa más transmisible y contagiable, provoca una reacción más grave en las personas infectadas y podría eludir las vacunas actualmente existentes. Toda una bomba de relojería.

El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.913 puntos, con baja de un 1,99 por ciento. Las empresas relacionadas con el turismo y los viajes han sufrido hoy especialmente por las mayores restricciones a los movimientos de las personas. Alemania quiere que impedir los viajes de los turistas británicos a toda Europa, lo que ha hecho tambalearse a las compañías del sector. A ello se suman los brotes que se han producido en Baleares relacionados con viajes de fin de curso.

Las acciones de la aerolínea hispano británica IAG han perdido hoy más de un 6 por ciento, al igual que las de Meliá Hotels. Cerca de un 4 por ciento ha caído hoy AENA. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia considera que las tarifas de la empresa deben reducirse un 0,4 por ciento al año durante cinco ejercicios. Es un jarro de agua fría para el gestor de aeropuertos, que proponía un incremento de sus tarifas de un 3,29 por ciento. También son importantes los descensos de NH Hoteles, Ereams o la central de reservas Amadeus. En las plazas vecinas destacan las caídas de empresas como Accor, Tui, Ryanair o Easy Jet.

Por el contario han subido casi en solitario las empresas relacionadas con las energías verdes. Las subidas han sido fuertes en Solaria y en Siemens Gamesa. También en Acciona, que ha ajustado a la baja el precio de la salida a Bolsa de su filial de energías renovables. El precio máximo de colocación queda ahora en 27,5 euros, lo que reduce en 800 millones la valoración máxima de Acciona Energía hasta 9.000 millones de euros.

También preocupa en los mercados el nuevo aumento de la crispación entre Estados Unidos e Irán. La tensión geopolítica ha crecido tras los ataques aéreos que lanzó ayer Washington en Iraq y Siria contra milicias respaldadas por Irán. Era la respuesta a los ataques con drones iraníes a intereses estadounidenses en territorio iraquí. Es la segunda vez que el presidente de EEUU, Joe Biden, ordena una respuesta armada en la zona.

Sin embargo, apenas se ha tensado el mercado petrolero. Los inversores confían en que se llegue finalmente a un acuerdo en las negociaciones nucleares con las autoridades iraníes. De alcanzarse, Teherán puede poner de nuevo en el mercado hasta un millón de barriles por día. De momento las negociaciones se encuentran en vía muerta, en un paréntesis. Así que, cuando menos, petróleo iraní tardará algo más de lo previsto en volver al mercado. El barril de crudo Brent del Mar del Norte se mantiene cerca de los 75 dólares, su precio más alto en más de dos años.

En los demás mercados, vuelven a complicarse las cosas en las criptomonedas. El Reino Unido ha prohibido las operaciones con Binance, una de las plataformas más grandes del mundo en negociación de este tipo de criptoactivos. Londres ha prohibido que Binance realice actividad alguna. Además, ha advertido a los usuarios de que la plataforma está siendo monitorizada. Los observadores entienden que estas medidas tratan, entre otras cosas, de evitar la utilización de las “criptos” para el blanqueo de capitales.