Este es el disfraz que no puedes llevar este Halloween: hasta tres años de cárcel
Por mucho que queramos disfrutar de una noche de fiesta, hay que tener cuidado con lo que hacemos, pero en especial si eliges este conjunto para salir a la calle el 31 de octubre
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La celebración de Halloween la noche del 31 de octubre ha ido ganando peso en nuestro país. Con un claro origen al otro lado del charco, la música, el cine y las series, sobre todo estadounidenses, han conseguido hacer mella en el calendario español y nos han dado una cita anual con el miedo y las calabazas.
Ahora, tanto niños como adultos disfrutan disfrazándose y asistiendo a fiestas o lugares tematizados para la ocasión. Aunque para los que quieren simplemente pasarlo mal un rato, muchos cines, cadenas de televisión o plataformas de contenidos a la carta aprovechan para incorporar en sus carteleras, parrillas y catálogos películas y series de terror.
El negocio del miedo
Esta celebración, así como todo el entretenimiento que se ha desarrollado en torno al terror, se basa en una premisa fundamental: hay gente a la que le gusta pasar miedo. En realidad, lo que atrae a estas personas es la adrenalina que se libera en el momento, como cuando nos montamos en una atracción de un parque temático.
También influye que queramos hacer estas actividades en grupo, ya que hay un componente social que lo hace más atractivo. Por esto, han ido ganando popularidad experiencias que proponen pasar un "mal rato" con tus amigos, como scapes rooms con monstruos incluidos.
Por supuesto, esto no es para todo el mundo. Aunque pueda haber puntos comunes en las cosas que nos dan miedo, no todos reaccionamos de la misma manera y nuestra historia personal va a definir aquellas cosas que nos asustan.
No todo son disfraces inspirados en el terror
Las personas disfrazadas de fantasmas, monstruos y criminales toman las calles, pero también hay personas que deciden tomárselo como una segunda edición del carnaval y simplemente se disfrazan de lo que les apetece, sin dejarse llevar por la temática de la fiesta.
Así, hay un disfraz en particular con el que tenemos que llevar cuidado, porque aunque no dé especial miedo, sí que podemos llevarnos un buen susto por meternos en problemas con personas vestidas iguales que nosotros, solo que siendo este su uniforme y su profesión: la policía.
¿Es legal disfrazarme de policía?
Esta puede ser una duda que te asalte a la hora de decidir cómo ir vestido para esta fiesta, como para cualquier otra que incluya disfraces. Por eso, la Policía Nacional ha resuelto el enigma en uno de sus vídeos en redes sociales.
Es perfectamente legal, como explican en el vídeo, siempre y cuando cumplamos las dos siguientes condiciones:
- No sea una copia idéntica al uniforme de la policía que pueda llevar a la gente a pensar que somos verdaderamente un agente.
- No usurpes las funciones de los cuerpos de seguridad, como por ejemplo, pedirle a alguien que nos enseñe su documentación o dirigir el tráfico.
Hasta tres años de cárcel
Si incumpliésemos esas dos condiciones, iríamos en contra de lo que recoge el artículo 402 del Código Penal: "El que ilegítimamente ejerciere actos propios de una autoridad o funcionario público atribuyéndose carácter oficial, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años".
Pero, además, en el artículo 402 bis, se añade que "el que sin estar autorizado usare pública e indebidamente uniforme, traje o insignia que le atribuyan carácter oficial será castigado con la pena de multa de uno a tres meses".
Por tanto, es mejor no jugársela y, si aun así queremos disfrazarnos de policía, hacerlo de tal manera que no de lugar a ningún tipo de dudas de que es un disfraz, ni tampoco hacer la broma y comportarnos como si fuésemos policías de verdad.