Justicia y reparación para ganar la paz
Si se consolida el silencio de las armas, el gobierno de Netanyahu se enfrenta también a las acusaciones de una parte de la sociedad de no haber protegido adecuadamente a los cientos de israelíes secuestrados.
Madrid - Publicado el
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Las voces más críticas en Israel señalan que ahora el país tendrá que hacer frente a las responsabilidades de sus gobernantes y de su ejército por el desproporcionado número de civiles muertos y por haber utilizado el hambre, el frío y la falta de atención médica como arma de guerra. Si se consolida el silencio de las armas, el gobierno de Netanyahu se enfrenta también a las acusaciones de una parte de la sociedad de no haber protegido adecuadamente a los cientos de israelíes secuestrados.
En el último año y medio Oriente Próximo ha cambiado radicalmente y seguirá cambiando. Hezbollah e Irán están muy debilitados. El futuro de Siria es incierto. Pero, en cualquier, se ha reabierto una inmensa herida en el pueblo palestino que va a ser una dificultad para ganar la paz.
Esa herida no traerá una paz verdadera a menos que haya justicia y reparación para los que han perdido todo, no solo la tierra, sino la posibilidad de tener una vida digna. Los palestinos tendrán también que hacer las cuentas con un grupo como Hamas, que ha instrumentalizado a sus hijos para su propio proyecto y los ha llevado a la muerte.
Por mucho que cambien las fronteras y los regímenes políticos, la exigencia de justicia es uno de los motores más determinantes de la historia. No se puede silenciar ni se puede olvidar, si queremos ganar la paz.