El hábito que si practicas cada día favorece la demencia antes de los 65 años: "Muy grave"

Esta demencia en edades más tempranas es aún más demoledora porque las personas afectadas generalmente todavía tienen un trabajo, hijos y una vida ocupada

Demencia, archivo

María Bandera

Publicado el - Actualizado

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El actor Bruce Willis saltaba el año pasado a las portadas por padecer un tipo de demencia llamada frontotemporal. Afecta al lóbulo frontal del cerebro y provoca alteraciones en la conducta, además de perjudicar al habla, tal y como comunicaba su propia hija Rummer Willis, en redes sociales.

Pero Willis no es la única cara conocida que sufre esta enfermedad. Robin Williams, Gene Wilder, Sean Connery, Ronald Reagan o Pasqual Maragall han sido algunas de las más mediáticas.

Demencia o Alzheimer

La demencia es el conjunto de síntomas relacionados con el deterioro de las funciones cerebrales, como la memoria, el lenguaje, la orientación, la comprensión o el cálculo, entre otras. Unos síntomas que afectan inexorablemente a la capacidad para realzar de forma normal los quehaceres del día a día.

Entre sus causas se encuentra el propio Alzheimer, un tipo por tanto de demencia que al igual que esta última afecta a la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas generalmente "se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo", explica Alzheimers Association.

En la actualidad hay más de 46 millones de personas afectadas en el mundo, "cada tres segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo y si no se encuentra una cura efectiva, en 2050 los casos se habrás triplicado".

Lo cierto es que estamos ante una de las enfermedades más devastadoras, que a día de hoy, no tiene cura. Los expertos hablan del Alzheimer como una epidemia y que va a más tal y como refleja el hecho de que cada día se diagnostican miles de nuevos casos de demencia, y en la mayoría de los casos se trata de Alzheimer, según apunta la Fundación Pasqual Maragall.

Demencia, archivo

Síntomas

El más evidente es la pérdida progresiva de los recuerdos. Se pueden además experimentar dificultades para tomar decisiones, para razonar, resolver problemas, incluso para verbalizar conceptos.

La incapacidad para realizar actividades cotidianas o los cambios en el comportamiento y la personalidad también pueden ser una evidencia que nos ponga sobre la pista de la enfermedad.

No obstante ante cualquier duda o síntoma, se debe de acudir a un profesional para que realice un diagnóstico, haga un seguimiento y prescriba un tratamiento.

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Los pensamientos perdidos en la enfermedad de Alzheimer

Edades tempranas: factores de riesgo

El factor de riesgo quizás más importante de su desarrollo sea el aumento de la edad, de hecho, la mayoría de personas que lo sufren son mayores de 65 años. Pero el Alzheimer no es se circunscribe solo a la vejez.

Un equipo de la Universidad de Exester y de la Universidad de Maastricht ha realizado un estudio con más de 350.000 participantes menores de 65 años en todo el Reino Unido en el que han tratado de identificar los principales factores de riesgo para la demencia de inicio precoz.

Una demencia que tiene un impacto especialmente "muy grave" ya que "las personas afectadas generalmente todavía tienen un trabajo, hijos y una vida ocupada", según advierte la doctora Stevie Hendriks.

Por lo general se asume que la causa puede estar en la genética, pero en muchos casos se desconoce realmente la causa.

De hecho en este trabajo los científicos valoran que este factor no es la única razón, lo que sienta las bases para nuevas estrategias de prevención.

En este sentido, los investigadores han llegado a identificar hasta 15 factores de riesgo. Por primera vez apuntan a que puede ser posible reducir el riesgo de demencia temprana con unos factores de salud y estilo de vida.

El estudio ha revelado que la educación o un estatus socioeconómico más bajos, la variación genética, el consumo de alcohol o el aislamiento social, elevan significativamente el riesgo.

También un déficit de vitamina D, la depresión, un accidente cerebrovascular, la pérdida de audición y las enfermedades cardíacas, pueden influir en su desarrollo temprano.

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