La Bolsa ha dejado pasar el día sin pena ni gloria a la espera de nuevos catalizadores

El índice Ibex 35 se ha limitado a defender los niveles actuales como buenamente ha podido, pero sin ofrecer muestras de fortaleza

BOLSA DE MADRID

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Los inversores necesitan más datos. Necesitan identificar nuevos catalizadores que ayuden a definir una tendencia. El rápido crecimiento de la cepa delta de la Covid-19 genera preocupación en los mercados. Además, la subida del petróleo sigue amenazante. Puede impulsar el repunte de la inflación y retrasar la recuperación de la economía. Y los inversores dudan.

Esta tarde en Estados Unidos, ya con los mercados europeos cerrados, se publicarán las actas del último Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, el órgano que dirige la política monetaria en aquél país. Los invesores las analizarán en busca de indicios sobre cuando la autoridad monetaria estadounidense comenzará a reducir sus compras de activos.

El Fondo Monetario Internacional ha advertido sobre el peligro de un crecimiento sostenido de la inflación en Estados Unidos debido a los billonarios planes de estímulo económico. El FMI pronostica un crecimiento del PIB estaodunidense del 7 por ciento este año, por lo que teme que la Reserva Federal tenga que subir el precio del dinero antes de lo que se esperaba. Para el conjunto de la economía mundial el Fondo espera en 2021 un crecimiento del 6 por ciento.

En Europa la estrella del día han sido las nuevas previsiones de crecimiento económico de la Comisión Europea. Bruselas ha vuelto a elevar sus proyecciones. Espera ahora un crecimiento del PIB de la zona euro del 4,8 por ciento este año, seis décimas más que en sus anteriores previsiones. Para la economía española Bruselas eleva su potencial en tres décimas, hasta el 6,2 por ciento. Las Bolsas han hecho oidos sordos a estos mejores pronósticos.

Así las cosas, el índice Ibex 35 se ha limitado a defender los niveles actuales como buenamente ha podido, pero sin ofrecer muestras de fortaleza, ni de “ganas” de atacar la cota perdida de los 9.000 puntos. Al menos en el cortísimo plazo. Han subido las eléctricas, las compañías de renovables y algunos valores industriales. En negativo han cerrado los bancos, las empresas relacionadas con el turismo y Repsol. El Bank of Montreal ha declarado una participación del 3,46 por ciento en el capital del la petrolera española. Recortes también en Telefónica, que prepara la venta de un 40 por ciento de su filial tecnológica Tech. Los inversores habitualmente agradecen estos movimientos estratégicos de la operadora, que pasan realizar desinversiones y hacer caja con la que reducir su endeudamiento.

En el mercado de materias primas el petróleo sigue caro, pero menos que ayer. Cotiza esta tarde 74 dólares por barril. Ayer llegó a rozar los 78. El pulso sigue en el seno de la OPEP. Siguen los contactos bajo cuerda, sin la presión de la luz de los focos en una “cumbre” oficial como la que ha fracasado en los últimos días. Los analistas, pese a todo, confían en que pronto vuelvan a la mesa y que a final de año haya en el mercado dos millones de barriles diarios más. Se espera, además, que sigan aumentado su sus exportaciones hasta el próximo verano a razón de 400.000 barriles diarios más al mes.

En los demás mercados, el euro se debilita, pierde la cota de 1,18 dólares. El oro repunta y supera los 1.800 dólares por onza. La rentabilidad del bono de Estados Unidos a diez años se reduce hasta el 1,32 por ciento. A ese mismo plazo el rendimiento de las obligaciones españolas a diez años se sitúa en el 0,32 por ciento. La rentabilidad del “bund” alemán profundiza en terreno negativo. Se va hasta el menos 0,30 por ciento. El dinero internacional está buscando refugio en los grandes mercados de bonos, lo que hace subir sus precios y bajar sus rentabilidades.

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