Las empresas turísticas y las renovables impiden un mayor descalabro en la Bolsa

El índice Ibex 35 se ha dejado un 0,96 por ciento, hasta 8.860 puntos

Panel de la bolsa de Madrid en la Plaza de la Independencia

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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El día termina con números rojos en la Bolsa. El índice Ibex 35 se ha dejado un 0,96 por ciento, hasta 8.860 puntos. Han bajado los bancos, Telefónica, Repsol y las empresas industriales. Pesa el temor a un repunte de la inflación y la extensión de la cepa delta de la pandemia de Covid-19. La Bolsa no ha bajado más gracias a que las compañías turísticas y las de renovables han aguantado el tipo. El Reino Unido va a abrir la mano con sus restricciones a partir del día 19. Permitirá que sus ciudadanos viajen a países que se encuentren en su lista verde o en la ámbar, lo que puede potenciar el sector de los viajes.

Por su parte, las empresas de energías verdes se han beneficiado por el aumento de los precios del petróleo y los carburantes. Cuánto más suben los combustibles fósiles, más atractiva se hace la inversión en energías renovables. Hoy han subido Solaria, Siemens Gamesa y Acciona.

Y es que el petróleo ha subido un poco más, después de que ayer se suspendieran las negociaciones en la OPEP. Hoy el crudo del Mar del Norte ha llegado a rozar los 78 dólares. Luego ha perdido parte de su fuerza y cotizaba esta tarde por debajo de 76. La Casa Blanca ha animado a los países exportadores de petróleo a limar sus diferencias. Estados Unidos quiere que incrementen su producción para abaratar los precios. Joe Biden quiere impedir que la subida de los carburantes perjudique la recuperación económica.

El exsecretario de Energía de Estados Unidos, Dan Brouillete, cree que el precio del barril podría alcanzar los 100 dólares este año tras las fracasadas negociaciones en el seno de la OPEP para aumentar su producción. No descarta incluso precios todavía más elevados. Por su parte, los analistas de Morgan Stanley creen que la falta de acuerdo en la OPEP puede hacer subir los precios del petróleo en el corto plazo, pero que terminarán bajando a largo si cada país exportador hace de su capa un sayo y aumenta su producción lo que considere conveniente.

De momento, la nueva presión sobre la inflación debido a un petróleo más caro llega justo en un momento en el que los grandes bancos centrales se han mostrado muy vigilantes con el excesivo repunte de los precios al consumo. La recuperación es muy intensa y empuje sobre la inflación, también. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, espera un fuerte crecimiento de la economía en los próximos meses.

Los inversores han estado muy pendientes de los indicadores macro económicos, que hoy no han faltado. Las ventas al por menor han crecido en la zona euro el mes pasado algo más de lo que pronosticaban los analistas. Han aumentado un 4,4 por ciento en el mes y un 9 por ciento en tasa anual. Por el contrario, el índice ZEW de confianza empresarial de Alemania se ha quedado por debajo de lo que se esperaba. La lectura de 63,3 puntos queda muy lejos del os 75 que esperaban los mercados. Dentro de casa, la producción industrial creció un espectacular 28,2 por ciento en mayo respecto al mismo mes del año pasado. En abril el crecimiento había superado el 50 por ciento. Ambos datos comparan con lo peor de la pandemia y de la paralización de la actividad económica.

En Estados Unidos tanto el PMI servicios como el compuesto (que contabiliza también la actividad manufacturera) se han quedado por debajo de lo que esperan los analistas. Los dos indicadores están claramente en zona de expansión, por encima de 60 puntos, pero no han alcanzado las previsiones.

En el mercado de deuda pública los inversores internacionales siguen tomando posiciones con avidez en bonos de Estados Unidos y de Alemania. En consecuencia, suben los precios y descienden sus rentabilidades. El rendimiento de las obligaciones españolas a diez años ha bajado hasta el 0,34 por ciento. Los bonos de Estados Unidos al mismo ofrecen una rentabilidad del 1,43 por ciento.

El Tesoro español ha vuelto hoy al mercado en busca de financiación. Ha colocado letras a 6 y 12 meses. Ambas ofrecen un rentabilidad cada vez más negativa. El Tesoro cobra un 0,575 por ciento a los inversores que colocan su dinero a seis meses y un 0,534 por ciento a los que apuestan por el plazo de un año. La semana pasada el Tesoro colocó 5.300 millones de euros en la subasta de deuda a medio y largo plazo. La tesorería pública ya ha cubierto más de un 60 por ciento de su programa de emisiones de deuda a medio y largo plazo previsto para este año.

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