La Bolsa sube por tercera sesión consecutiva y se afianza sobre los 7.000 puntos
El índice Ibex 35 ha cerrado con un alza del 0,26 por ciento para situarse en los 7.039 puntos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los inversores van ganando poco a poco confianza con los positivos datos de actividad y empiezan a dar por olvidados los duros momentos de la semana pasada. También han ayudado las positivas expectativas respecto a la próxima reunión comercial pactada entre Estados Unidos y China para mediados de este mes.
En este contexto, el índice Ibex 35 ha cerrado con un alza del 0,26 por ciento para situarse en los 7.039 puntos. Los valores del sector turístico han sido esta vez los catalizadores de los avances animados las noticias sobre la evolución de las vacunas contra el coronavirus. IAG ha brillado con una subida del 10,4 por ciento. Por detrás se han situado Meliá Hoteles y NH Hoteles, que se han apuntado ganancias del 8,3 por ciento y del 6,6 por ciento, respectivamente. Amadeus ha ganado un 5 por ciento.
Fuera del selectivo la atención se ha centrado en las cuentas presentadas por OHL. La constructora ha perdido de 38,5 millones en el primer semestre debido al fuerte impacto del confinamiento en España y Latinoamérica. Sus acciones han caído un 4,1 por ciento al cierre.
En el terreno macroeconómico, hoy se ha conocido una mejora del PMI manufacturero en la Zona Euro a 54,7 puntos en el mes de julio. Esta cifra es notablemente superior a los 48,3 contabilizada el mes anterior y supera el nivel de los 50 que apunta ya crecimiento. Sin embargo, ha estado ligeramente por debajo de las expectativas del mercado, lo cual ha enfriado un tanto la euforia.
En la Zona Euro también se han conocido buenas noticias respecto a la evolución de las ventas minoristas. Estas han regresado a los niveles registrados en febrero, antes de que se implementaran las medidas de contención por el coronavirus.
Eurostat, la agencia de estadística de la Unión Europea ha apuntado que el volumen de las ventas al por menor en el área del euro ha crecido un 5,7% en junio respecto a mayo. Su segundo mes consecutivo de recuperación, después de la caída histórica registrada en abril como resultado de las cuarentenas impuestas para frenar la transmisión del virus. Con todo, este indicador también se ha situado por debajo de lo pronosticado por el consenso del mercado. Las ventas minoristas de la eurozona crecieron un 1,3% interanual en junio.
La actividad del sector servicios de Estados Unidos, por su parte, ha mejorado en julio por tercer mes consecutivo y empieza a dar señales de estabilización conforme las empresas siguen retomando la actividad. La cifra definitiva del Índice de Gestores de Compra del sector servicios de Estados Unidos para julio fue de 50, ligeramente mejor de lo previsto y por encima del nivel de 47,9 registrado en junio y del dato adelantado de 49,6.
Unos positivos datos de actividad que han contrarrestado la debilidad del mercado laboral norteamericano. En julio el sector privado apenas creó 167.000 empleos, según la encuesta ADP, muy lejos de los 1,5 millones esperados por los analistas y de los 4,3 millones de aumento mostrado por el dato revisado de junio.
Este dato roza el estancamiento y arroja sombras sobre el ritmo de recuperación de la economía estadounidense. Siembra además algunas dudas con vistas al informe de empleo de Estados Unidos que se publicará el viernes y cuyas previsiones apuntan a una reducción de la tasa de paro al 10,5 por ciento.
Estos datos siguen repercutiendo en la fortaleza del euro. La moneda común europea roza ya el nivel de 1,19 dólares. Un alza preocupante. Los analistas creen que esta presión alcista puede acabar alejando a los inversores residentes fuera de la Zona Euro de la renta variable europea al verse comprometida su rentabilidad por el tipo de cambio.
Y conforme el dólar pierde peso, el crudo sube de precio. El barril de petróleo tipo Brent ha rondado los 46 dólares por barril, más de un 3% más caro que ayer a pesar de que los países productores están empezando a incrementar sus cuotas de producción.
Tampoco se ha quedado atrás el oro. El metal precioso ha continuado su escalada de precios ante el interés de los inversores para utilizarlo como activo refugio para su dinero en estos momentos de incertidumbre. La onza se ha llegado a pagar a más de 2.050 dólares, nuevo récord histórico.