El veto de Estados Unidos a Huawei ha hecho caer en Bolsa a las empresas tecnológicas de medio mundo
El índice Ibex 35 ha perdido un 0,87 por ciento, hasta 9.199 puntos
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Ha generado una oleada de nerviosismo en todos los mercados financieros. De hecho, se está gestando una reacción en cadena de consecuencias difícilmente imaginables. Un círculo vicioso realmente preocupante. De momento, las acciones de Apple bajan más de un 3 por ciento a media sesión en la Bolsa de Nueva York ante el temor a que China responda con un boicot al fabricante del Iphone y que castigue a todas las empresas que veten a Huawei. Además, nadie olvida que Apple fabrica en China muchos de sus productos, lo que dibuja un panorama realmente complicado. Apple vale hoy en torno a 20.000 millones de dólares menos que ayer. No es moco de pavo.
Pueden sufrir especialmente los fabricantes de semiconductores y de microprocesadores. China podría imponer más aranceles a numerosas empresas estadounidenses. Las amenazas entre las dos mayores potencias económicas del mundo ha pasado por tanto del ámbito macro económico al empresarial y eso es subir muchos grados en el termómetro de la crispación. Parece que se avecina una de esas situaciones en las que todos pierden. Nadie gana. La bola de nieve ha empezado a rodar.
En otras plazas financieras bajan con fuerza empresas como Infineon (en la Bolsa de Francfort), Intel, Micron Technology, Qualcomm o ST Microelectronics (en la Bolsa de Paris). Por el contrario, suben las acciones de otros fabricantes de teléfonos móviles, como Nokia o Ericsson. En la Bolsa china de Shanghai todos mirarán esta noche hacia empresas como ZTE y Xiaomi.
Este aumento de la tensión hace pensar en un menor crecimiento económico a nivel mundial. Hoy el Bundesbank, el banco central alemán, ha advertido de que la economía germana continúa débil. Considera pasajeros los últimos síntomas de reactivación.
La incertidumbre sigue creciendo exponencialmente, así que los inversores siguen mirando golosamente hacia los mercados de deuda pública. La incertidumbre el grande, lo que se traduce en un trasvase de dinero hacia los activos más defensivos. Los inversores buscan refugio sobre todo en los bonos alemanes. Pero también en bonos españoles y de EEUU. La prima de riesgo de España se reduce a 97 puntos, con el rendimiento del bono a diez años en el 0,89 por ciento, un nivel nunca antes visto. El “bund” alemán se sitúa ya en el menos 0,08 por ciento. Se acerca a sus rendimientos mínimos de la historia. También cae la rentabilidad de los bonos de EEUU, que se sitúa en el 2,4 por ciento.
En estas circunstancias, la Bolsa española ha bajado, pero ha sido una de las que menos lo han hecho en Europa, debido al poco peso que tiene la tecnología en el mercado doméstico. El índice Ibex 35 ha perdido un 0,87 por ciento, hasta 9.199 puntos. Incluso han subido algunos valores como Repsol, al calor del repunte en el precio del petróleo. Ganancias también en Acciona y Cellnex. Por el contrario, ha bajado la aerolínea hispano británica IAG tras conocerse que el beneficio de la aerolínea irlandesa Ryanair se redujo un 29 por ciento en el pasado ejercicio, hasta 1.020 millones de euros. Son sus peores cifras de los últimos cuatro años. Además ha advertido de que las cosas no mejorarán en el corto plazo. Ha bajado ligeramente Supermercados Dia, que ha conseguido alcanzar in extemis un acuerdo con sus bancos acreedores.