Viaja al extranjero, le roban un bolso de lujo y comienza a recibir llamadas extrañas: "Le piden su dirección"
Le ha sucedido a una influencer que lo ha denunciado ante el INCIBE, el Instituto Nacional de Ciberseguridad
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Influencer y marcas se han convertido en un tándem habitual. Los primeros crean contenido para sus legiones de seguidores en redes sociales mientras que las firmas buscan su colaboración de forma que puedan promocionar sus productos o servicios de una forma más cercana y efectiva que la publicidad tradicional.
¿Cómo? Lo hemos visto cientos de veces, los influencer se ponen frente a la cámara, prueban y recomiendan esos productos. Por lo general las marcas centran el tiro y eligen a influencers con el perfil de seguidores que les interesan. Al presentarlo a su público de una forma más informal y directa, se genera un mayor interés por el producto.
La pandemia de la covid impulsó el nacimiento masivo de perfiles especializados en determinados verticales, nutrición, humor, finanzas o entretenimiento lo que llevó a muchas empresas a apostar por ellos.
marketing de influencers
El marketing de influencers es la segunda industria que más ha crecido dentro del paraguas de la publicidad. Algo que se nota especialmente en el sector de las agencias, donde ya hay más de 100 dedicadas a ello. Y sigue creciendo día tras día.
Este crecimiento se refleja también en los anunciantes. La inversión por parte de este colectivo crece a razón de dos dígitos por año, según cita un estudio elaborado por Kolsquare.
robo de dos bolsos de lujo en el extranjero
El reclamo publicitario es un filón sin duda para los influencer, pero también les puede jugar una mala pasada.
Es el caso de una influencer a la que durante un viaje al extranjero le robaron todas sus pertenencias, no solo su pasaporte, también dos bolsos de alto valor económico.
Así lo recoge el Instituto de Ciberseguridad, INCIBE con el que se puso en contacto la creadora de contenido tras lo sucedido.
Llamó "muy preocupada", ya que, además del "valor su económico", estos "eran muy importantes para ella porque formaban parte de su trabajo, al exponerlos en redes sociales utilizándolos para crear contenido", explica el organismo.
Pero la cosa no quedó ahí. Tras el robo, comenzó a recibir llamadas "insistentemente" desde un número "del extranjero", en las que le pedían dinero a cambio de devolverle ambos artículos" y pidiéndole su dirección física para realizar la devolución.
Para dejarle claro que los bolsos eran los sustraídos le enviaron una serie de fotos en las que se podían ver los números de serie. Así pudo comprobar que eran los que realmente le habían quitado.
En respuesta, desde el 017 le aconsejaron “no ceder al chantaje ni facilitar datos personales” ya que, aunque facilitara su dirección, no estaba garantizado que fuera a recibir el material robado. Es más podría verse envuelta en otros fraudes en el futuro.
Además le han recomendado cortar cualquier tipo de comunicación con los ciberdelincuentes, así como bloquear todos los números que le hayan contactado y reportarlos, tanto en WhatsApp como en llamadas telefónicas.
Utilizar también las herramientas de colaboración ciudadana para informar a la Policía Nacional o la Guardia Civil sobre los números que le están contactando, recopilar todas las evidencias posibles e interponer una denuncia.
Si venden publicidad, se homologan
El pasado mes de abril el Gobierno fijaba por primera vez los umbrales de ingresos y los niveles de audiencia para considerar a un ‘influencer’ ‘usuario de especial relevancia’, es decir aquellos que facturan 300.000 euros y superaran el millón de seguidores en una única plataforma.
Pasarán entonces a ser ‘usuarios de especial relevancia’ (UER) a efectos de la ley audiovisual.
A partir de que se inscriban estarán obligados a cumplir con la normativa en materia de protección de menores y de publicidad en el ámbito audiovisual, como identificar los espacios publicitarios o no hacer publicidad de tabaco, medicamentos o alcohol, es decir, sus obligaciones se homologarán con la de otros agentes audiovisuales.
Con esta regulación se intenta dar mayor protección a los consumidores, especialmente a los menores, y más seguridad jurídica a estos usuarios, que han alcanzado un notable volumen económico en las plataformas de intercambio de videos a través de las que difunden sus contenidos.