El drama de los interinos, los funcionarios temporales "de segunda" que no pueden ascender o prejubilarse

Este sábado han convocado una gran manifestación en Madrid para exigir respuesta a sus demandas

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El drama de los interinos, los funcionarios temporales "de segunda" que no pueden ascender o prejubilarse

Jaime Cervera

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Este sábado los interinos salen a la calle en Madrid para protestar por su situación de temporalidad y para pedir soluciones al Gobierno. Se trata de unos 800.000 empleados públicos que, a diferencia de los funcionarios, no tienen plaza fija ni derecho a acceder a los beneficios laborales habituales en la Administración.

El perfil medio del personal interino es el de una mujer, mayor de 45 años, con cargas familiares de hijos menores o de mayores dependientes. Además, “sus condiciones laborales son peores que las de sus compañeros hombres”.

La que habla es Maite Agredano, portavoz de la Coordinadora Madrileña de Empleados Públicos en Fraude de Ley, que denuncia que la Administración Pública no ha hecho “nada” por regularizar la situación de los interinos. Se queja  de que el ente público saca las plazas para este tipo de trabajadores en procesos selectivos sin tener en cuenta sus méritos ni su antigüedad. En una palabra, señala que la situación actual de los interinos es de “fraude de ley por abuso de temporalidad”.

Pero, ¿cuáles son las diferencias entre los interinos y el resto de funcionarios? Agredano explica que ambos acceden a la función pública a través de un mismo proceso selectivo. Las mejores notas de ese proceso son las que obtienen una plaza fija en la Administración, mientras que los que han aprobado pero se quedan sin un puesto se convierten en interinos. Agredano aclara que “ambos desempeñan las mismas funciones de carácter estructural”, sin embargo, el interino tiene menos derechos.

La "incertidumbre constante"

Paco Sanz lo sufre en sus propias carnes. Este interino de 62 años trabaja como conductor en la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid. Lleva 23 años en el mismo puesto y, sin embargo, cuenta que “la incertidumbre es constante porque te pueden poner en la calle en cualquier momento”. Sanz explica que “el interino es un trabajador de segunda”, más “precario” y que tiene “menos derechos laborales”. En concreto, Paco no tiene derecho a un concurso de traslados, a ascender o a una prejubilación.

“Es muy triste que la Administración Pública, que debe ser garante de que estos derechos se cumplan y de que no haya precariedad laboral, tenga una cantera de interinos de unas 800.000 personas en todo el territorio nacional”, se lamenta Sanz.

Sobre su situación de casi un cuarto de siglo en el mismo puesto, Paco comenta que la interinidad es una figura creada para situaciones como bajas de maternidad, excedencias o bajas por enfermedad. “Pero una interinidad de 23 años es pervertir el término, se convierte en un fraude, en un abuso de ley”, denuncia Sanz.

Para explicar su tesitura Paco pone el caso hipotético de una persona a la que una empresa privada le hiciera un contrato temporal de 23 años de duración. “Imagínate que a los 23 años le dijeran a esa persona que tiene que pasar un proceso selectivo y que, si no lo pasa, se va a ir a la calle. Esa persona podría preguntarse: ‘¿Y todo mi bagaje profesional y toda mi experiencia? Por muy bueno que sea el que venga, mi experiencia no la tiene’”. Pues bien, concluye Sanz, “eso es lo que está pasando en la Administración Pública, se está intentando poner en la calle a la experiencia, es una locura que nunca pasaría en el sector privado”.

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Marco Osma, interino: Me siento traicionado por los sindicatos

Marco Osma, interino: "Me siento traicionado por los sindicatos".

Otro caso es el de Marco Osma, que trabaja como auxiliar administrativo en la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Es interino allí desde hace más de 18 años. Osma pide que el Gobierno reconsidere su política con esta clase de trabajadores para que puedan “vivir dignamente y trayendo un sueldo estable a nuestras familias”. “Mientras estás en esta situación, no puedes hacer planes de futuro, no te puedes arriesgar”, explica Marco.

"Traicionados" por los sindicatos

Al igual que su compañero interino Paco Sanz, Osma señala que no se siente representado por los grandes sindicatos, ni por CCOO ni UGT ni CSIF (este último agrupa a los funcionarios de la Administración Pública). Confiesa que se siente “zancadilleado” y “traicionado” por ellos. Marco incluso acusa a estos sindicatos de lucrarse con la coyuntura de los interinos: “Creemos que ganan dinero con esta situación porque provoca procesos de estabilización en los que se imparten cursos con los que ellos sacan beneficios. Otra explicación no tiene”.

Preguntada por el motivo por el que la Administración permite la interinidad, que para ellos es “fraudulenta”, la portavoz Maite Agredano la achaca a las cuentas que desde Bruselas se piden a España. “El Gobierno, independientemente del color que sea, tiene que cumplir un plan de ajuste”, señala. Para cumplir con la Unión Europea, el Estado recurre a la reducción de la plantilla de la Administración y una buena parte de ese recorte se traduce en el aumento del número de interinos: “Ningún gobierno quiere reconocer derechos cuando se antepone el pago de la deuda al interés general”, concluye Agredano.