El drama migratorio no cesa: llegan 800 personas a Canarias en las últimas 24 horas

El drama migratorio sigue golpeando con fuerza a las Islas Canarias. En las últimas 24 horas, unos 780 inmigrantes han sido rescatados en aguas cercanas a El Hierro y Lanzarote, a bordo de seis cayucos y cuatro lanchas neumáticas. Entre los rescatados se encuentran 86 mujeres y 36 menores, un reflejo de la creciente tragedia que se vive en el mar de la muerte, que sigue arrastrando a miles de personas a la desesperada búsqueda de un futuro mejor.

Según los datos facilitados por Salvamento Marítimo, la gran mayoría de los rescates se produjeron a lo largo del lunes y la madrugada del martes. La concentración de llegadas en tan pocas horas ha vuelto a poner a prueba los servicios de emergencia y los recursos humanitarios de la región, que se ven desbordados por la magnitud de la crisis.

El operativo de rescate ha sido coordinado por Salvamento Marítimo, cuyos efectivos han trabajado sin descanso para socorrer a los migrantes. El momento más dramático de la jornada tuvo lugar en la isla de El Hierro, donde un pesquero avistó un cayuco con 143 personas a bordo, a unos 37 kilómetros de la costa. El barco fue remolcado hasta el puerto de La Restinga, donde llegaron pasadas las 21:30 horas del lunes. En esta embarcación viajaban 74 hombres, 47 mujeres y 22 menores, entre ellos cuatro bebés.

De madrugada, la Guardamar Calíope fue movilizada para auxiliar una lancha neumática que pedía socorro a 66 kilómetros de Lanzarote. A bordo viajaban 73 personas, entre ellas una mujer, y todos fueron rescatados con éxito. De vuelta en el puerto de Arrecife, la misma embarcación localizó otra lancha con 68 migrantes más, tres hombres subsaharianos y 65 personas de origen magrebí, entre ellas tres mujeres y dos menores.

La jornada continuó con nuevos rescates en El Hierro, donde la Salvamar Acrux localizó y auxilió a otro cayuco con 75 personas a bordo, todos de origen subsahariano, entre ellos dos mujeres. Al poco tiempo, la misma embarcación volvió a salir en busca de un nuevo cayuco con otros 75 ocupantes, que fue localizado en torno a las 15:00 horas. En este grupo había ocho mujeres y tres menores.

La intensidad de las llegadas ha colapsado los recursos de acogida en las Islas Canarias, que ya se encontraban al límite. En Lanzarote, el Consorcio de Emergencias tuvo que intervenir con urgencia para proporcionar colchones y espacio para alojar temporalmente a los migrantes en las carpas instaladas en el puerto de Arrecife. La situación es crítica y refleja la creciente presión sobre el sistema de acogida, que no da abasto ante la avalancha de llegadas.

Por su parte, las unidades de Salvamento Marítimo también han realizado un esfuerzo notable para garantizar la seguridad de los migrantes y evitar tragedias mayores. La Guardamar Polimnia, que también participó en los rescates, desembarcó en La Restinga a 151 personas, correspondientes a dos embarcaciones: una con 63 hombres y otra con 88 ocupantes, entre los que se encontraban diez mujeres y dos menores. La Salvamar Adhara, por su parte, rescató a 84 personas en un cayuco a 120 kilómetros de El Hierro, entre las que había 13 mujeres y cuatro menores.

Estos rescates ponen en evidencia la magnitud del drama migratorio que afecta a las Islas Canarias. En su mayoría, los migrantes rescatados provienen de países subsaharianos y del norte de África, huyendo de la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades. A menudo, el viaje hacia Europa se convierte en una odisea mortal, con embarcaciones precarias que son sometidas a condiciones extremas en el mar.

Las Islas Canarias, a pesar de ser un territorio europeo, se han convertido en una de las principales puertas de entrada a la Unión Europea para los migrantes que buscan una vida mejor. Sin embargo, la capacidad de los servicios de emergencia y los recursos de acogida no son suficientes para hacer frente a la avalancha de llegadas que se producen de forma diaria. La presión sobre las autoridades canarias es creciente y la situación humanitaria, cada vez más grave.