La Guardia Civil desarticula una red criminal responsable de 110 estafas a través de Internet
Llamaban a las víctimas simulando ser trabajadores de una entidad bancaria para que se instalaran una aplicación con el pretexto de ingresarles 380 euros
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La Guardia Civil ha desarticulado una red criminal especializada en estafar a través de Internet, una operación con doce detenidos y otros tantos investigados por su implicación en 110 delitos cometidos simulando llamar a las víctimas desde una entidad bancaria para que instalaran una aplicación.
Según ha informado este cuerpo armado en un comunicado, la Operación Moraos ha permitido desarticular una organización criminal que se dedicaba a estafar a través de internet a personas de toda España.
La Guardia Civil ha esclarecido 110 delitos de estafa perpetrados en las provincias de Granada, Jaén, Albacete, Murcia, Córdoba, Canarias y Málaga, donde han conseguido un botín superior a los 70.000 euros.
La operación ha durado más de año y medio, ha constado de ocho fases y se ha saldado con la detención de doce personas, entre ellos los dos cabecillas de la red que han ingresado en prisión, y la investigación de otras doce personas más.
Tanto los detenidos como los investigados han sido puestos a disposición judicial como presuntos autores de un delito de pertenencia a banda criminal y de un delito de estafa continuada.
Los integrantes de la banda escogían a sus víctimas entre personas que habían colgado algún anuncio en internet, se ponían en contacto con ellas utilizando el teléfono de ese anuncio, simulaban que pertenecían a una entidad bancaria y que los llamaban para devolverles un pago de la Seguridad Social o de Hacienda.
Con el pretexto de ingresarles 380 euros les pedían que instalaran en su teléfono una aplicación de pago entre amigos o particulares que sirve para enviar y recibir dinero con el móvil.
Los estafadores guiaban a sus víctimas en la instalación de la aplicación y durante más de quince minutos les iban indicando los pasos a seguir hasta que, al finalizar, se daban cuenta de que habían transferido, que no recibido, esos 380 euros.
La Guardia Civil ha averiguado que las primeras víctimas fueron estafadas con cuantías de entre 500 y hasta los 3.000 euros que consiguieron de un anciano de Santa Fe (Granada), aunque la red perfeccionó el delito con cuantías menores de 400 euros para eludir la calificación de delito grave de estafa.
El Equipo de Investigación de Delitos Tecnológicos (Edite) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Granada ha sido el encargado de esta operación, durante la que se ha identificado como cabecillas a una pareja vecina de Huelma (Jaén).
La mujer simulaba ser la empleada del banco y era la que convencía a las víctimas para instalar la aplicación mientras él era el titular de la cuenta a la que se enviaba el dinero.
La pareja necesitó contar con más gente para estas estafas y sumó integrantes a la banda, a los que convencieron recibir el 50 % de lo estafado a cambio de usar sus cuentas para blanquear el dinero.