Las otras polémicas de Sánchez: plagio en la tesis, el Falcon, 'enchufismo' con amigos y familiares...
El presidente del Gobierno pagó con dinero público la estancia veraniega de unos amigos en Doñana
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Pedro Sánchez vuelve a ser noticia por sus conductas poco ejemplares este miércoles. Según desvela ABC, el presidente del Gobierno invitó a varios amigos a veranear con él a costa del Estado en agosto de 2019: todos los gastos de aquella estancia en el Palacio de las Marismillas, la residencia de verano que los presidentes del Gobierno español tienen en Doñana (Huelva), se pagaron con dinero público.
No es la única ocasión en la que el jefe del Ejecutivo ha quedado en evidencia ante la opinión pública por algunos escándalos sonados. Estos son algunos de los más reseñables.
La tesis doctoral fraudulenta
Innovaciones de la diplomacia económica española: Análisis del sector público (2000-2012) estuvo en el primer plano en septiembre de 2018 debido a sus plagios a otros autores y documentos oficiales. También por el tribunal que juzgó la defensa de la tesis de Sánchez, ya que uno de sus miembros también había abusado del 'copiar y pegar' sin ningún reparo: Juan Padilla, directivo de la UCJC.
Otro punto controvertido con respecto a este asunto es que Sánchez fue miembro de tribunales encargados de juzgar otras tesis. Aunque la suya se llevaba la palma, con notas al pie mal copiadas, títulos y autores mal citados y cifras erróneas, entre otros errores de bulto.
Todavía hay más, ya que Sánchez convirtió su tesis en un libro con hasta 161 líneas plagiadas del diario de sesiones del Congreso de los Diputados, una nota de prensa y una conferencia de un embajador. Incluso se plagiaba un párrafo dos veces en la misma página.
Manual de Resistencia
La suerte de biografía que Sánchez publicó unos meses después de llegar a La Moncloa también le trajo un problema importante: el contrato con la editorial no estaba en la declaración de bienes y actividades que presentó al convertirse en jefe del Ejecutivo. Por tanto, habría vulnerado la Ley 3/2015 e incluso el código ético del PSOE ya en ejercicio del poder, porque un presidente en activo no puede firmar y cobrar un contrato mercantil.
El Falcon y los helicópteros
La utilización del avión presidencial para motivos ajenos a la política tampoco ha jugado a favor de Sánchez: un viaje al Festival de Benicassim, vacaciones familiares, actos del PSOE en precampaña... Cuando el Consejo de Transparencia exigió saber para qué había usado el Falcon en campaña electoral, Sánchez se negó a informar al respecto.
En cuanto a los helicópteros, fue muy sonado el uso que Sánchez dio a un Super Puma 402 Escuadrón del Ejército del Aire: viajar hasta La Rioja para acudir a la boda de su cuñado. También usó un helicóptero de la Guardia Civil cuando visitó Mallorca tras las inundaciones que se dieron en la zona: estaba previsto que ese aparato en concreto se usase para buscar a un joven desaparecido en un torrente y era el único helicóptero disponible para tareas de rescate.
Los 'enchufes'
La familia más directa de Sánchez se ha visto beneficiada por su condición de presidente del Gobierno. Sin ir más lejos, se creó un puesto nuevo en el Instituto de Empresa para su mujer, Begoña Gómez, dos meses después de la llegada a La Moncloa.
Antes incluso de que fuese presidente del Gobierno, David Sánchez Pérez-Castejón, hermano de Sánchez, se convirtió en Coordinador de Actividades de los Conservatorios de Badajoz. Aquel nombramiento fue criticado hasta por Podemos, actual socio del PSOE en el Ejecutivo, en 2017. Ahora, el 'hermanísimo' disfruta de un año de excedencia: su cargo, con un sueldo de más de 45.000 euros brutos, tampoco existía antes de que pasase a ocuparlo.
Lo mismo ocurrió en el caso de Ignacio Carnicero. Una nueva dirección general del Ministerio de Transportes a cargo de José Luis Ábalos tiene al frente al mejor amigo del presidente. Cuando, en teoría, sólo se puede ocupar el puesto sin ser funcionario en el caso de que no haya un empleado público capacitado para ese trabajo en concreto.
También en relación a Carnicero, llama la atención el contrato a dedo que se le adjudicó, 18.000 euros mediante, para hacer un informe: 10 folios, un anexo plagiado vía Internet y 36 faltas de ortografía.