El PSOE quiere evitar una guerra en Andalucía y espera que María Jesús Montero de un paso al frente

Este martes arranca el proceso para elegir a su secretario general; según Ricardo Rodríguez, la incertidumbre se resolverá en breve, tal vez incluso este mismo martes o, a lo sumo, el próximo viernes

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero
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Ricardo Rodríguez

Ricardo Rodríguez explica las opciones de que María Jesús Montero se convierta en la nueva Secretaria General del PSOE de Andalucía

Redacción digital

Madrid - Publicado el

4 min lectura

Este martes arranca el proceso para elegir al nuevo secretario general del PSOE de Andalucía, un hito crucial para el futuro del socialismo andaluz, que se enfrenta a una encrucijada interna que podría definir su papel en la política regional durante los próximos años. Las miradas de todos los militantes y dirigentes del partido están centradas en una figura clave: María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda. En el PSOE se confía en que sea ella quien dé el paso al frente para liderar la federación socialista más poderosa del país, la cual cuenta con 43.000 militantes.

El proceso para elegir a la nueva cúpula del PSOE andaluz se abre con una clara expectativa: que Montero asuma la Secretaría General de la federación, lo que podría evitar una crisis interna que podría resultar irreversible. Según Ricardo Rodríguez, la incertidumbre sobre quién ocupará finalmente el cargo se resolverá en breve, tal vez incluso este mismo martes o, a lo sumo, el próximo viernes.

El partido está al borde de una decisión crucial, pues la figura de Montero es vista como la única capaz de aglutinar a las diversas corrientes internas que actualmente dividen al PSOE andaluz. En el seno de la organización socialista, se da por hecho que la actual vicepresidenta es la opción más sólida para cerrar las fisuras internas y devolver la estabilidad al partido. Esta estabilidad, a su vez, es vista como la clave para poder recuperar la Junta de Andalucía, que desde 2018 está en manos del PP y de Ciudadanos.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, durante su comparecncia este martes en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado a petición del PP

EFE

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, durante su comparecncia este martes en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado a petición del PP

El clima de nerviosismo en las filas socialistas es palpable, tal y como ha podido saber Ricardo Rodríguez. Los contactos entre dirigentes de distintas corrientes internas se intensifican mientras esperan la decisión de Montero. Para muchos, su ascenso al liderazgo del PSOE andaluz es fundamental para evitar un enfrentamiento interno que, según algunos, podría ser más destructivo que fructífero. La ausencia de una figura fuerte que logre unir a los diferentes sectores podría prolongar una crisis interna que haría casi imposible la recuperación de la Junta en las próximas elecciones.

Que María Jesús Montero de un paso al frente

Además, la opción de que María Jesús Montero asuma el liderazgo del partido sin necesidad de un proceso de primarias está ganando fuerza. Muchos socialistas consideran que su perfil, su capacidad para mantener al mismo tiempo sus responsabilidades en el Gobierno central y al frente de la federación andaluza, la convierte en la candidata ideal. La alternativa sería una larga lucha interna que podría resultar perjudicial para la imagen del PSOE en Andalucía.

La situación actual del PSOE andaluz es delicada. A la pérdida de la Junta en 2018 se suman las tensiones internas que, aunque de momento no han alcanzado niveles de confrontación pública, se perciben como un obstáculo que podría frenar el regreso al poder en la región. El partido necesita urgentemente una figura que no solo sea capaz de liderar, sino de sanar las heridas internas y devolver al PSOE andaluz al camino de la unidad y la fuerza electoral.

María Jesús Montero, que ha sido clave en la gestión económica del Gobierno de Pedro Sánchez, es vista como una líder pragmática, con experiencia en la gestión de equipos complejos, y como la única capaz de negociar y reconciliar las diversas facciones dentro del partido. Sin embargo, su capacidad para liderar el PSOE andaluz está aún por definirse, y todo parece indicar que las próximas horas, e incluso los próximos días, serán determinantes para conocer si, efectivamente, dará el paso al frente.

Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero

EFE

Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero

En este contexto, el PSOE de Andalucía se enfrenta a uno de los momentos más cruciales de su historia reciente. La cuestión está clara: ¿será María Jesús Montero la que salve la unidad del partido y evite una guerra interna que podría ser fatal para sus aspiraciones de recuperar la Junta? Todo apunta a que, si la vicepresidenta decide asumir el liderazgo, el partido podría evitar la fragmentación y, en consecuencia, ofrecer una alternativa sólida y cohesionada a los andaluces en las próximas elecciones autonómicas.

Una guerra en Andalucía

Sin embargo, si Montero decide dar un paso atrás, el panorama se complicaría aún más. La opción de mantener una dirección interina o recurrir a un proceso de primarias podría acentuar las luchas internas, lo que, a su vez, podría debilitar al partido ante un adversario político, el PP, que sigue consolidando su hegemonía en Andalucía.

La clave para el futuro del PSOE en la comunidad autónoma parece estar en las manos de María Jesús Montero. Su decisión de asumir el liderazgo del partido, si finalmente se confirma, podría ser la jugada maestra que permita al socialismo andaluz superar su crisis interna y volver a ser una alternativa sólida de gobierno en la región. Todo está por decidirse, y el reloj está corriendo.

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