Contrata una tarjeta de crédito en Lugo y al mirar la app del banco aparece una deuda de 12.000 euros: puede pasar sin que te enteres
La he ocurrido a Miguel Ángel, que lleva batallando con el banco desde que lo descubrió en 2020 y ahora, parece que le han dado la razón, como contaba en 'La Tarde'
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Nos facilita la vida y no nos vemos en la necesidad de llevar efectivo en nuestra cartera. Te hablamos, por supuesto, de las tarjetas de crédito que, además, convenientemente podemos tenerla en nuestro teléfono móvil.
Con ella pagamos nuestros gastos del día a día y funcionamos de forma sencilla. Sin embargo, cuando vamos a contratarla, es importante que nos fijemos en la letra pequeña del contrato, ya que nos puede jugar, en caso contrario, malas pasadas.
Es lo que le pasó a Miguel Ángel, un hombre de Lugo que contrató, con su banco, una tarjeta de crédito en el año 2017. Con ella funcionaba a las mil maravillas, pagando los gastos del día a día sin problema.
![Cada vez estamos más acostumbrados a pagar con la tarjeta de crédito para todo](https://imagenes.cope.es/files/content_image/uploads/2024/10/25/671baccc7fa12.jpeg)
Cada vez estamos más acostumbrados a pagar con la tarjeta de crédito para todo
Un buen día, le apareció un anuncio en su aplicación del banco y decidió meterse. Le avisaba de que era posible fraccionar el pago de la deuda, y ahí es donde empezó su agonía. Sin saberlo, iba a acumular una deuda de más de 12.000 euros a la que, como recordaba, no podía hacerle frente.
La razón por la que esto puede pasar sin que te enteres
Cuando Miguel Ángel se dio cuenta de que la deuda que acumulaba ascendía hasta esa cantidad, fue en 2020, tres años después de haber contratado la tarjeta.
Lo cierto es que, sin él enterarse, habían convertido su tarjeta en una “revolving”. Esto viene a ser un tipo de tarjeta que permite endeudarte y devolver parte del préstamo en pequeñas cuotas.
Con la tarjeta de crédito, pagas el total de la deuda a principios del mes siguiente, pero en esta tarjeta se tratan de cuotas mensuales que suelen ser inferiores al gasto total del mes. Así, la deuda se va engrosando y genera intereses muy altos que pueden llegar hasta el 20%, quedándote atrapado en un ciclo de deuda que no tiene fin y que no puedes asumir.
Otro de los problemas con los que se encuentran los usuarios es que contratan este tipo de producto sin darte cuenta, como le pasó a Miguel Ángel. “Lo contraté en 2017 y me di cuenta en 2020. El problema es cuando no llegas y tienes que fraccionar los importes. No hay forma de parar la deuda” decía.
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“Había oído hablar de este producto, pero no sabía que realmente tenía esa tarjeta, en el contrato nunca aparecía la palabra revolving, pero el tipo de interés aplicable es de este 27%” contaba.
Así se encontró con la deuda de 12.000 euros. Intentó llegar a un acuerdo con el banco, pero en cuanto la deuda se incrementaba, ellos le reclamaban el pago. Al final, habló con un bufete de abogados y ellos llevaron su caso a juicio.
“Hemos tenido sentencia estimatoria en nulidad de contrato, devolución de intereses y pago de costas, estamos esperando para ver si el banco recurre la sentencia o la acata” especificaba.
Un caso que no es único y que le ha pasado a más personas.
Qué hacer si te pasa algo parecido
A un joven que prefiere mantener el anonimato, le pasó lo mismo que a Miguel Ángel. Él pidió una tarjeta de crédito normal, pero le empezaron a cobrar unos intereses ingentes.
“Pensaba que lo pagaba a principios de mes, pero era solo un 3% de todo el crédito que tenía gastado. Me metí en liquidaciones y tenía una deuda tremenda, pero iba a tardar 10 años en pagarla. Rompí la tarjeta de crédito y liquidé en ese momento en el banco” contaba.
Pero, ¿qué podemos hacer si algo así nos ocurre? Antonio Gallardo, es experto económico de ASUFIN (Asociación de Usuarios Financieros). “No aparece la palabra revolving porque ponen otros conceptos, esloganes como 'disfruta ahora, paga después' vienen con la sorpresa desagradable de que se abonan los intereses, se eternizan las deudas y lo hacen más grave otras cosas, la amortización del capital es más lenta” comenzaba explicando.
Dice que, como tal, es un producto legal, por lo que hay que leer la letra pequeña. “Ha habido ciertos cambios, entre ellos la baja de tipos de interés para adecuarse más a la de crédito y saltarse esa condición de usura, pero también se condena la falta de transparencia” explicaba.
Por eso, recomienda que contratemos una tarjeta de crédito al uso, ya que siempre tendremos la opción de fraccionar el pago.