Puigdemont lleva chaleco antibalas y tiene miedo de que lo envenenen

Carles Puigdemont lleva 15 meses fugado de la Justicia española. Tras su paso por la cárcel en Alemania, país que evitó su extradición, vive ahora sus días en Waterloo con miedo al olvido, con continuas crisis y tremenda desconfianza. Es la radiografía del expresidente de la Generalitat que hace este martes Salvador Sostres en ABC. Según el también tertuliano de 'Herrera en COPE', sus extravagancias son numerosas. "Cree que quieren asesinarle. Sus personas de confianza aseguran que sale muy poco de 'Maniac Mansion' y que cuando sale lo hace provisto de un chaleco antibalas, y que por ello aparece más rechoncho en los retratos. "¡No está gordo, está loco!", exclama uno de los habituales de Waterloo, harto de los desvaríos de su jefe", escribe Sostres. 

Tal es su obsesión por evitar que lo asesinen, que hizo probar a sus guardaespaldas unos dulces que tomó como obsequio. "El último domingo de 2018, en la habitual 'happy hour' en la que sale al jardín a saludar a los que han ido a visitarlo desde España, unos admiradores quisieron obsequiarle con una caja de los famosos pastelitos de Rasquera, comprados en la célebre pastelería Piñol Puig de este pueblo de la provincia de Tarragona. Por no parecer borde, ni que despreciara el regalo, abrió la caja pero en lugar de comerse uno, los ofreció a los agentes que se ocupan de su seguridad, por ver si contenían algún tipo de veneno. 'Al ser tan dulces', le dijo a uno de sus colaboradores, 'es más fácil que el veneno no se note'", relata el tertuliano de 'Herrera en COPE'. 

Por último, Sostres sostiene que nadie en 'Maniac Mansion' "confía en la cordura del que hace un año veían como al líder indiscutible que encarnaba la épica de los que querían una Cataluña independiente"