La radiografía de Peñíscola tras el desastre: "Ellos salieron corriendo con la cartera y unas llaves"
En COPE.es hemos hablado con un vecino de la zona para que nos relate como se vivió la catástrofe
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El derrumbe de un edificio de apartamentos en Peñíscola, que deja un menor fallecido y una mujer desaparecida de la misma familia, tiene noqueado a un pueblo que se agiganta en agosto por el turismo y donde ahora se mezclan sensaciones encontradas de angustia, suerte, solidaridad y esperanza.
Los trabajos de los equipos de emergencias que forman el dispositivo de más de 140 personas trabajan sin descanso desde última hora de la tarde del miércoles, con minuciosidad y con todos los medios técnicos a su alcance ante la mirada de numerosos medios de comunicación y de vecinos del propio inmueble siniestrado, que se preguntan cuándo podrán entrar a recoger algunas de sus pertenencias.
Los bomberos intentan ahora encontrar a la mujer de origen cubano que permanece sepultada bajo los escombros mientras algunos de los 300 vecinos que fueron desalojados del inmueble reconocen sentirse afortunados de no haber estado en las viviendas siniestradas cuando colapsó la estructura, aún por causas desconocidas.
El fallecimiento de un adolescente de 14 años y de una mujer, culmina una catástrofe sin igual que podría haber sido mucho peor si hubiera sucedido en otra franja horaria. Los perros de rescate han sido determinantes en la localización de las personas atrapadas, y los bomberos trabajan sin descanso y con sumo cuidado intentando romper esas grandes placas ayudados por un láser de detección de movimiento para evitar nuevos colapsos.
La radiografía de los hechos
En COPE.es hemos hablado con Manuel Arnal Lizárraga, vecino de la zona de afectada. Manuel nos ha contado al detalle lo sucedido y las posibles razones del derrumbe. Por otra parte, su testimonio traslada lo vivido en un momento de tanta tensión.
"Lo primero que hay que saber es que se trata de unos edificios construidos en los años 80, hace 40 años. La urbanización cuenta con diferentes edificios, que no se parecen en nada entre ellos, es decir, construidos por diferentes constructores. Cada bloque tiene sus peculiaridades, el mío no se parece al que se ha caído en nada" explica Manuel.
"Estábamos a las 7 y pico y escuchamos un fuerte estruendo. Creíamos que era el camión del vidrio, pero cuando salimos varios vecinos a ver que pasaba pues resultó que se cayó otra parte. Había muchísimo polvo y, como digo, dos estruendos. Por suerte ese bloque está ocupado por segundas residencias, personas que estaban en ese momento en el pueblo o en la playa, sino hubiera habido una escabechina" relata Manuel.
Muchas personas tuvieron que huir rápidamente de la zona, tanto es así que unos amigos de Manuel y su mujer les han contado que "salieron corriendo con el móvil y las llaves". La Guardia Civil, Bomberos, Policía y demás cuerpos llegaron, según cuenta Manuel, muy rápido.
Según Manuel, lo que ha pasado no se conoce, podría ser culpa de las fuertes lluvias o de otros agentes de la construcción.
"Lo que no se puede hacer es la irresponsabilidad que proponen algunos, que es proponer revisar otros edificios de la urbanización, pues como ya he dicho, cada uno lo ha construido su padre y su madre. Ni tienen la misma forma, ni la misma cimentación, ni están en la misma posición..." comenta indignado.