“Solidarios con todas las letras”
Este viernes comienza la Gran Recogida de alimentos 2019 con el objetivo de llegar a las mismas cifras que el año pasado: 21 millones de kg
Madrid - Publicado el - Actualizado
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España es el país europeo más generoso a la hora de conseguir alimentos para las personas necesitadas. La Gran Recogida de Alimentos en España consiguió en 2018 prácticamente la mitad de los kilos que se recogieron en toda Europa en la misma iniciativa.
“En España se recogen 660 gramos por persona y el segundo que es Portugal recoge 182 gramos por persona”, ha asegurado durante la presentación de la campaña Gregorio Pérez Calvo, miembro del Comité ejecutivo de la Federación Española de Bancos de Alimentos.
Son datos a los que se acoge la Federación Española de Bancos de Alimentos para repetir de nuevo el éxito de la pasada edición. Para ello, necesitará la colaboración de 120.000 voluntarios que se repartirán por áreas geográficas en 11.000 puntos habilitados en supermercados y tiendas de alimentación.
De forma generosa y altruista dedicarán 4 horas de su tiempo a motivar al público para que hagan sus donaciones e informar sobre los alimentos que hacen falta para la cesta básica. El objetivo llegar a los 21 millones de kg de alimentos no perecederos. Urgen productos lácteos, pasta, arroz, legumbres, aceite y conservas. Los que deseen enfundarse en el peto blanco de la solidaridad todavía están a tiempo de colaborar con esta causa inscribiéndose en fesbal.org. De hecho, todavía se necesitan 3.500 voluntarios.
Con esta recogida se prevé ayudar a más de un millón de personas necesitadas. Una de las batallas que se va a librar con esta campaña es la del desperdicio de alimentos. “En España se desperdician 7,7 millones de toneladas, lo cual significa que cada español tira a la basura 250 euros al año”, con estos datos llama a la concienciación Pérez Calvo. El 87,7% de los alimentos que se tiran en España ni si quiera se han abierto. Estamos en la séptima posición en el Ránking europeo en desperdicio de alimentos. Una foto que nos deja el contraste entre una sociedad muy generosa con los necesitados pero no tan concienciada con el desperdicio.