La última de Carmen Calvo: vincula el cambio de hora al machismo
"Alterar el tiempo es también una resistencia al machismo de la sociedad", asegura la vicepresidenta del Gobierno
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha asegurado que "alterar el tiempo es también una resistencia al machismo". Así lo ha señalado Calvo en la inauguración del XIII Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios Españoles, organizado por ARHOE en Madrid, en el que ha hablado sobre el debate de los husos horarios iniciado tras la propuesta de la Comisión Europea de eliminar el cambio de hora.
Decidir con qué horario se quedará España es una cuestión que afecta a todo, según Calvo, "mayores, menores, horarios, trabajo, fracaso escolar", de ahí que haya que "meditar mucho", pese a que los españoles, tal y como indica la vicepresidenta del Gobierno, están a favor de mantener el horario de verano
Una vez decidido qué huso horario utilizar, Calvo apunta a la necesidad de hacer un pacto social y político en el que queden reflejadas las consecuencias del cambio, incluida aquella dirigida a "repartir la racionalidad" atendiendo a un eje de igualdad entre hombres y mujeres. "Nos tendríamos que acostumbrar a unos horarios que empezaran sobre las 7.30-9.00 y terminaran sobre las 17.00-18.30 de la tarde, lo que nos permitiría poder disponer de espacios amplios para la vida personal, familiar, reconducir algunos elementos que distorsionan nuestra vida de convivencia", ha comentado.
Además, este pacto serviría para hacer proliferar un "cambio de comportamiento cultural" entre los españoles, dadas las consecuencias "cuantitativas" en ámbitos como el de la Sanidad o la Educación. "Requiere hacer una pequeña revolución entre nosotros mismos", ha dicho.
La también ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, no ha querido mostrar su postura sobre cuál de los dos horarios adoptar: "España perdió dos horas y solo recuperó una, y no nos coloca en el horario físico que nos correspondía, la de Europa occidental como Portugal e Inglaterra, que nos dejaría con una secuencia de noche y día bastante más adecuada", sostiene.
Pero durante la jornada, Calvo ha defendido "un horario por igual" en Europa, pues a su juicio, que haya un "puzzle" de husos horarios en el Viejo continente "no parece lo más conveniente desde el punto de vista gubernamental", dada la apuesta clara actual que hay por fortalecer Europa.
Calvo atribuye la importancia de racionalizar horarios España al beneficio que obtendrían las personas mayores, los menores y mujeres. En primer lugar, sostiene que ayudaría a construir una "sociedad más humana", en la que todos los ciudadanos disponen de tiempo para el "acompañamiento de los mayores".
Con respecto a los niños, comenta que una mayor racionalización de horarios y una mayor conciliación favorecería a proteger la infancia. "Cómo atendemos a los niños no es un problema de calidad sino de cantidad; la calidad será la que cada uno sea capaz de ofrecer, porque el Estado no puede decidir sobre la calidad; pero sí podemos colocar franjas horarias en que la cantidad de tiempo esté asegurada", sostiene Calvo, que además vincula el fracaso escolar al tiempo que dedican los familiares a la educación de sus hijos.
Por último, menciona el beneficio de racionalizar el tiempo para las mujeres: "El tiempo de las mujeres nunca se ha contabilizado en términos económicos, ha sido gratis, el que el patriarcado nos otorgaba como madres, esposas, hijas. Nuestro tiempo no existía, daba por entregado el 100% a una causa mayor, la ordenación jerárquica y machista de una sociedad. Por eso, alterar el tiempo es también una resistencia al machismo de la sociedad y es tan conveniente para una sociedad que tiene que ser igualitaria en derechos, oportunidades y libertades entre hombres y mujeres".
En este sentido, la vicepresidenta considera que las mujeres disponen de menos tiempo libre y sufren más estrés, cuestiones que afectan especialmente a las españolas por ese "comportamiento" que a su juicio simboliza "la huida del tiempo" o, tal y como explica, el de "encajar tantos círculos concéntricos", como el de ser madre, ciudadana y trabajadora a la vez, que resultan "enloquecedores".
"Es de tal dimensión las transformaciones por cambiar los horarios, todos somos conscientes de que estamos ante un asunto de mayor envergadura", resume.