La presión migratoria en la valla de Melilla deja a un guardia civil herido con un garfio en la cara

La Delegación del Gobierno en Melilla ha informado que los hechos han ocurrido "a pesar del dispositivo anti-intrusión de la Guardia Civil"

La presión migratoria en la valla de Melilla deja a un guardia civil herido con un garfio en la cara

Antonio José Candel

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La presión migratoria sobre la frontera de Melilla no tiene tregua. Durante la pasada madrugada, la ciudad autónoma ha registrado un nuevo intento de entrada con violencia de 12 migrantes, de los que siete han logrado pasar a suelo español y cinco han sido rechazados.

Después de este nuevo capítulo, que necesitó de la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para intentar frenar el asalto, un agente de la Guardia Civil tuvo que ser hospitalizado tras sufrir una agresión con uno de los garfios que utilizan los migrantes para escalar la doble valla de seis metros de altura que separa a la localidad norteafricana de Marruecos.

Este nuevo asalto a la frontera de Melilla se ha producido sobre las 4.30 horas, momento en el que se ha producido el intento de entrada del grupo de subsaharianos por la zona próxima a Barrio Chino. La Delegación del Gobierno en Melilla ha informado que los hechos han ocurrido “a pesar del dispositivo anti-intrusión de la Guardia Civil”, y ha confirmado “la violencia con la que se ha producido el salto”.

“Llegan perfectamente organizados y utilizan tácticas militares”

Los hechos ocurridos este miércoles se suman a la presión migratoria que lleva sufriendo Melilla durante todo el verano y que se ha extendido hasta este principio de otoño. El último asalto de estas características se produjo el pasado 1 de octubre, cuando llegaron más de 700 migrantes de origen subsahariano. Según informó en su momento el portavoz de la Guardia Civil, a lo largo de la madrugada se fueron acercando al perímetro fronterizo “con tácticas militares” con la intención de acceder irregularmente a España, y constató que “venían perfectamente organizados y utilizando tácticas militares”.

Además, el pasado martes 21 de septiembre, un total de diez migrantes consiguieron acceder a Melilla cuando formaban parte de un grupo de 50 personas. Unos días después, el viernes 24 de septiembre, las fuerzas de seguridad tuvieron que volver a emplearse para evitar otra avalancha de un grupo formado por 400 migrantes sobre la alambrada que separa la ciudad española de Marruecos.

Más de 60 agentes heridos en el cumplimiento de su servicio

Esta presión migratoria también se ha visto reflejada en los más de 30 agentes que han resultado heridos mientras trataban de controlar la inmigración ilegal en Melilla desde el pasado mes de junio, más de 60 si computamos todo el año.

No es la primera vez que desde distintas asociaciones de guardias civiles se demandan “más medios técnicos, materiales y humanos para contener estos asaltos y garantizar la seguridad, tanto de los guardias civiles como de los propios migrantes”. Este es el caso de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), quien además denuncia que “los agentes no pueden ser los escudos humanos de estas avalanchas”.

Sobre la peligrosidad creciente y manifiesta en las vallas de la Ciudad Autónoma se pronunció el coronel de la Guardia Civil de Melilla, Antonio Sierras, quien confirmó –según recoge ‘El Faro de Melilla’– que “en 2021 son ya más de 60 los guardias civiles heridos en los asaltos al perímetro fronterizo”, y puntualiza que los migrantes “no dudan en utilizar tácticas militares y una violencia inusitada contra las fuerzas de seguridad de ambos países”.

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