SIN MICRÓFONOS
Los dos candidatos del PP, convencidos de su victoria
El PP arranca hoy el que promete ser el congreso más reñido de su historia y cuyo desenlace se puede intuir, pero no asegurar
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Los dos contrincantes se dan por vencedores y han seguido en las últimas horas estrategias diametralmente opuestas. El equipo de Pablo Casado ha conseguido el predominio en las redes en apoyo del vicesecretario de Comunicación. Decenas de cargos del partido han anunciado en unos casos; y reiterado, en otros, su apoyo al candidato, que ha conseguido además su foto con siete ex-ministros de Rajoy que le respaldaban. Eso sí, han tenido que reiterar por activa, y por pasiva, que no iban contra nadie, sino que pretendían reivindicar las políticas de Mariano Rajoy.
A esa misma hora la candidata contrarrestaba esa imagen en un restaurante del centro de Madrid, con una foto de su equipo comiendo pizza en el despacho de la calle Génova. cosas de la psicología de campaña. El candidato ha insistido hasta el final en volver a los valores tradicionales del PP, y la ex-vicepresidenta ha seguido con su “campaña a favor, en positivo”, aunque le haya costado “morderse la lengua mucas veces”, -decía-.
El entorno de Casado se atreve incluso a aventurar cuál será el resultado de ese duelo: un 71 por ciento votará al vicesecretario de Comunicación, y un 25 por ciento a la ex-vicepresidenta, unas cifras que causan hilaridad en el equipo de Sáenz de Santamaría que asegura que los “quesitos” de los gráficos de su adversario son “los de la vaca que ríe”. Y es que, a su juicio, será ella, la vencedora por unos cuatrocientos votos de diferencia. “Y acordaos, que nadie nos daba por vencedores en la primera vuelta”, -recuerdan-
Visto lo enconado del enfrentamiento, los organizadores del congreso han preferido, además, dedicar esta primera jornada, casi en exclusiva, a homenajear a Mariano Rajoy. Al filo de las seis de la tarde, él presidente hablará por última vez como líder del partido. Se espera que haga un balance de su gestión, que reivindique su obra de gobierno y que recuerde que solo con la unidad se ganan elecciones. Pero no se espera, sin embargo que rompa la neutralidad que ha mantenido durante este tiempo, al menos de cara al exterior, porque, lo cierto es que no le han gustado nada las criticas de Casado a la labor de su Ejecutivo ante el desafío catalán, y no ha ocultado su malestar por este tema a los que le han preguntado.
El sábado por la mañana se librará la batalla final. Los candidatos pronunciarán sus discursos (hoy se sorteará el orden en el que hablarán a los compromisarios); y tendrá lugar la votación que decidirá al filo de las dos de la tarde, quién será el próximo líder del PP.
Los dos candidatos se apuntan a eso de la integración, pero desde el entorno de Sáenz de Santamaría ya se advierte que estas cosas es mejor hacerlas antes, porque luego es mucho más complicado. La clave está en que, a partir del lunes, reine la pax romana en la calle Génova, para que Sánchez no pueda decir lo que aseguró el magnicida Charles Guiteau cuando asesinó al presidente estadounidense James Garfield: “los médicos lo mataron, yo solo le disparé”.