Sánchez y Feijóo trasladan su pugna al 28-M como ensayo previo a La Moncloa

PSOE y PP ponen a pleno rendimiento sus maquinarias. El presidente del Gobierno se reivindica como un activo, a pesar del anhelo de los barones de ir por libres

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Ricardo Rodríguez te cuenta como PSOE y PP ya ponen todos sus esfuerzos en las municipales y autonómicas

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

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Concluido el parón de la Semana Santa, todo es ya campaña electoral. Quedan 47 días para el paso por las urnas. Los partidos políticos tienen interiorizada la trascendencia del 28-M. Y se mueven a la expectativa ante unas municipales y autonómicas que van a servir, hasta cierto punto, de termómetro sobre lo que puede acontecer en las generales. Dicho de otro modo: Si el liderazgo de Pedro Sánchez queda averiado, un escenario oficialmente inviable para su equipo, o si sus candidatos son capaces de acabar con el mensaje del cambio de ciclo del PP.

Porque Sánchez ha asumido en primera persona su implicación en la lucha electoral. Hasta el punto de incomodar a distintos barones volcados en hacer campañas con acento propio. Entre otras razones, para intentar ahorrarse el condicionante de pagar la factura del desgaste del presidente y el permanente desbarajuste de su Gobierno de tres patas. Ha dado igual. Ferraz ha planificado a conciencia que el jefe del Ejecutivo pise todos los territorios. Y además, con la intención de reivindicar su gestión como “activo” de cara al último domingo de mayo. De hecho, tras reunir a la Ejecutiva Federal del PSOE, Pedro Sánchez visita este mismo lunes por la tarde Segovia al objeto de apoyar a su aspirante a la reelección cuya alcaldía peligra. El miércoles hará lo propio con el cabeza de cartel en Burgos.

Desde su atalaya institucional, Pedro Sánchez se guarda en la bocamanga “ases” con los que tratar de condicionar una carrera que el próximo fin de semana le llevará a hacerse la foto con todo el PSOE en Valencia que acoge la convención municipal. La comunidad, así como la capital, se antojan la gran batalla de estos comicios, toda vez los populares acarician recuperarlas. En estos momentos, según cálculos de Génova, habría vuelco a su favor. Los socialistas precisan también dejar marcada en rojo Sevilla donde prometen aglomerarse un buen número de ministros. Ya están programados numerosos desembarcos. Si el PSOE es incapaz de salvar esta gran plaza andaluza en juego, resultará un fracaso en toda regla.

Sería un golpe letal de cara a las generales para una de por sí humillada federación socialista. En ese caso, la conquista de Barcelona, tal es la pretensión del PSC, dejaría un sabor agridulce. Los números vienen ajustados, pero existen otras comunidades que pueden teñirse de azul. Descontada a estas alturas La Rioja, los populares amenazan seriamente con arrebatar Aragón o Baleares, además de arrasar de la mano de Isabel Díaz Ayuso y Fernando López Miras en Madrid y Murcia. En estos dos bastiones, el PP saca pecho de datos cercanos a la mayoría absoluta. En la sede de Génova asumen que en distintos lugares la pugna será apretada hasta el final. “Hay partido”, repiten desde la calle Ferraz en la tentativa de ahuyentar el nerviosismo.

La partida, en cualquier caso, llega en un momento dulce para el PP. Alberto Núñez Feijóo ha convocado este lunes a la Junta Directiva Nacional, máximo órgano entre congresos, y aparece al frente de unas siglas rearmadas, cohesionadas y con hambre de salir del 28 de mayo por la puerta grande: “Fuimos partido de oposición y ahora somos – avisan - la alternativa real”. Y es que el Partido Popular de Feijóo ha supuesto tal revulsivo en el centro-derecha que ha dejado a CS jugándose la existencia y a Vox peleando por mantener su foco en el tablero. Todo lleva inexorablemente a la siguiente pantalla: Los pactos del día después. Sin embargo, para ese escenario, toca esperar.