Es presidente de la comunidad en un edificio de un pueblo de Asturias y así tiene a todos los vecinos contentos: "Procuro"
Julio fue elegido por la propia constructora para gestionarla y el buen ambiente que reina tiene un motivo fundamental
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La gestión de una comunidad de vecinos puede ser una tarea complicada, especialmente cuando el buen ambiente no está garantizado. Sin embargo, en un bloque de 39 viviendas en la calle Fernando Morán de Avilés, Asturias, la armonía y la cordialidad son la norma, y todo gracias a Julio Aguado, quien, con 11 años de experiencia en el edificio, ha logrado mantener la paz y la cooperación entre todos los vecinos.
El caso de Julio, elegido presidente de la comunidad por la propia constructora, es un ejemplo de cómo la dedicación, el respeto mutuo y la predisposición para trabajar en equipo pueden transformar una simple comunidad de vecinos en una verdadera familia. En una reciente entrevista en el programa Poniendo las Calles, conducido por Carlos Moreno 'El Pulpo', Julio relató cómo logró este ambiente de concordia y cómo, incluso, fue reconocido por sus vecinos con un emotivo homenaje.
En marzo de este año, Julio cumplirá 11 años viviendo en el edificio de Avilés. Cuando se entregaron las primeras viviendas, fue uno de los primeros en instalarse. A partir de ese momento, y como la constructora quería a alguien que conociera bien el edificio para tomar las riendas, le ofrecieron la presidencia de la comunidad. Lo que parecía una tarea administrativa sencilla, se convirtió en un reto de convivencia y liderazgo, pero Julio supo gestionarlo con maestría.
"Al principio era algo provisional, pero al final me quedé", contó Julio en la entrevista. Con el paso de los años, y gracias a su cercanía y disponibilidad, no solo se ganó la confianza de los vecinos, sino que también se encargó de coordinar eventos que fomentaron la unión entre todos. Desde fiestas navideñas hasta cenas comunitarias, pasando por actividades como la decoración de Halloween, Julio fue el motor que permitió que los vecinos se conocieran mejor y crearan lazos más allá de los estrictos límites de la convivencia diaria.
El valor de la comunidad
El ambiente de este bloque de pisos no es algo que ocurra por casualidad. La mayoría de los vecinos son jóvenes, muchos de ellos con niños, lo que facilita una dinámica colaborativa. Además, como destacó Julio en la entrevista, “cuando hay tantos niños en el edificio, las familias no tienen tiempo para conflictos innecesarios”. La solidaridad y el entendimiento son claves. Las reuniones de la comunidad no son tensas ni conflictivas; al contrario, se organizan con tranquilidad, y de vez en cuando, los vecinos disfrutan de un “tardeo” o de salir a tomar algo juntos.
Una de las claves del éxito de esta comunidad es la comunicación fluida y el hecho de que, cuando alguien necesita ayuda, los vecinos siempre están dispuestos a echar una mano. Julio relató casos en los que, en situaciones de urgencia, como un vecino que se atragantó o una familia que necesitaba asistencia para llevar a una niña enferma al hospital, fueron los propios vecinos quienes intervinieron antes que cualquier otro recurso externo.
Lo que más sorprendió a Julio no fue solo el buen ambiente que reinaba, sino que sus vecinos decidieron hacerle un homenaje por su dedicación. Durante un evento, en el que él pensaba que solo se celebraba una comida común, sus vecinos le sorprendieron con un gesto de cariño que nunca olvidará. No solo organizaron una fiesta en su honor, sino que trajeron a su hija Claudia, que estudiaba fuera, sin que Julio lo supiera. "Fue un detalle increíble. Me emocionó mucho. Lo que más ilusión me hizo es que mi hija estuvo allí, y no tenía ni idea", comentó emocionado.
El testimonio de Julio nos recuerda la importancia de tener buenos vecinos, algo que no siempre es común. En muchos lugares, los problemas entre comunidades de vecinos son frecuentes, desde ruidos molestos hasta incumplimientos de las normas comunes, lo que puede generar situaciones tensas y conflictivas. Sin embargo, en Avilés, el ambiente de respeto y solidaridad creado por Julio demuestra que, cuando hay voluntad de colaboración y un poco de empatía, la convivencia puede ser agradable y enriquecedora.
La importancia de un buen liderazgo
Julio tiene claro que, en cualquier situación, el primer recurso al que se debe acudir es a tu vecino. "El día que tengas un problema serio en casa, el primero que tienes al lado es el vecino. Es la persona que más cerca está de ti y la que te puede echar una mano", señaló. Y es que, como él mismo subraya, las relaciones vecinales son fundamentales en la vida cotidiana.
El caso de Julio Aguado no solo es un ejemplo de cómo gestionar una comunidad de vecinos, sino también una lección de liderazgo y humanidad. Si bien es cierto que el modelo de Julio no es habitual, es un ejemplo de cómo la dedicación y la buena voluntad pueden transformar una comunidad de personas en un entorno donde el respeto y la colaboración sean los pilares fundamentales. Como él mismo concluyó en su intervención: "Procuro que las cosas sigan así".