Se entrega a la policía con una pierna y una mano en una bolsa porque está "cansado de comer carne humana"

El hombre de 33 años que se presentó en una comisaría de Sudáfrica con una pierna y una mano en una bolsa ya tiene sentencia

Policía sudafricana

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

"Estoy cansado de comer carne humana". Esta fue la frase de presentación que espetó Nino Mbatha cuando entró en una comisaría de policía de Sudáfrica el año pasado.

Los agentes no creían lo que estaban escuchando hasta que vieron lo que contenía la bolsa que portaba el curandero. Una pierna y una mano humanas.

Nino Mbatha acercó a los policías hasta una casa, en la provincia de KwaZulu-Natal, donde ellos mismos pudieron pudieron ver otras partes de un cuerpo desmembrado. El de la joven de 24 años Zanele Hlatshwayo.

El Mundo señala que "decapitada y con algunos de sus miembros amputados, pudieron extraer sus ropas desgarradas y ensangrentadas para que fueran identificadas por su familia, quienes no daban crédito ante el terrible fin que había sufrido la joven. La familia de Shayamoya Zanele Hlatshwayo, que ha dejado huérfano a un niño de dos años, tiene pesadillas sólo de pensar que alguien ha podido comerse alguna parte de su cuerpo".

Tres de las cuatro personas detenidas en 2017 continuaban en prisión. El crimen, que horrorizó a los sudafricanos terminó esta semana. Peter Olsen, el juez del Tribunal Superior de Pietermaritzburg, condenó a Mbatha, de 33 años, y a Lungisan Magubane, de 32, a cadena perpetua por el asesinato de Hlatshwayo. Olsen afirmó que los hombres eran culpables del "crimen más horrendo".

Según informa The Guardian, la tercera persona implicada fue absuelta

Los hombres pudieron ser finalmente enjuiciados por homicidio, mutilación de cadáver y posesión de tejidos humanos, ya que el canibalismo no está tipificado como delito.

"Una pesadilla"

Los fiscales, aseguraron durante el juicio que Hlatshwayo fue asesinada por Mbatha con la ayuda de Magubane. La descuartizaron y algunas de sus partes del cuerpo se utilizaron para hacer medicina tradicional.

Según el medio sudafricano, News 24, "al menos 300 residentes de la zona confirmaron haber utilizado sus servicios, a sabiendas de que consumían carne humana. Estaban convencidos por Mbatha, de que al comer carne humana se convertían en invencibles, incluso a las balas".

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