Investigaciones, una empresaria y entrevistas en la CNN: así cayó la imagen de Pedro Castillo en sólo 15 meses
El ya ex presidente peruano se ha enfrentado a tres mociones de censuras en apenas un año y medio, todas envueltas en sospechas de corrupción y protestas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es la pregunta del millón: ¿Cómo, en 2022, ha llegado un presidente de un país como Perú a declararse un auto golpe de Estado? Pedro Castillo ha sido detenido tras tratar de disolver el Congreso, gobernar por decretos y ampararse en el Ejército. Todos le han dejado caer, ha sido destituido y apresado.
Pero todo empieza apenas unos meses después de ser elegido presidente, en el verano de 2021, hace solo 15 meses. Y es que la de este miércoles es la tercera moción de censura a Castillo.
Cuántos votos se necesitan para una moción de censura en Perú
Lo primero que hay que explicar, para entender la métrica parlamentaria en Perú es, que, para que una moción de censura prospere se necesitan 87 votos, dos tercios de los 130 miembros del Congreso. La votación de este miércoles obtuvo 101 a favor.
Una vez dicho esto, repasemos los otros dos intentos y veamos cómo hemos llegado hasta aquí. El primero fue sólo cuatro meses después de ser elegido presidente. 29 congresistas dieron luz verde, todos de partidos de la oposición: Avanza País, Fuerza Popular y Renovación Popular. ¿El motivo? Investigaciones de la Fiscalía por financiación ilegal durante las elecciones y sospechas de tráfico de influencias dentro del Ejército. Sólo 47 votaron a favor, la mitad de los que hacía falta.
Un segundo intento: Karelim López y acusaciones de "mafia"
El segundo intento fue en marzo. Hasta 50 parlamentarios impulsaron la votación. En este caso el motivo era más simple: mentir. Mentir sobre la misma investigación que llevó a la primera moción. Y con un nombre propio: la empresaria Karelim López, que denuncia que Castillo integra una supuesta mafia que opera a través del ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Castillo mantuvo un vaivén sobre si se había reunido con ella o no en el Palacio de Gobierno. Primero que no, luego en la CNN que sí. Y luego que no. Otra entrevista en la CNN fue precisamente un clavo más en la tumba política de Castillo. Una en la que dio a entender que contemplaba dar una salida al mar a Bolivia. Eso y las críticas por diferentes elecciones de ministros terminaron en una segunda moción, que también fracasó. 55 votos a favor, de 87 que se necesitaban.
Hasta seis investigaciones en su contra
Y la tercera, ya ahora en diciembre. Recordemos: la primera moción fue impulsada por 29 congresistas. La segunda por 50 y esta tercera por 73. Las expectativas no eran buenas. Castillo llegaba con seis investigaciones en su contra, 5 por corrupción y 1 por un presunto plagio de su tesis hace una década.
El entonces presidente llamó hace una semana a la “unidad” de las principales instituciones y negó la posibilidad de disolver el congreso. Cuando vio que los números no le favorecían, decidió salir ante toda la población y declarar un estado de Emergencia. Un auto golpe de Estado que fracasó antes de empezar. Ni el Ejército ni sus propios apoyos le respaldaron.
Ahora, ya sí, ha sido destituido por “permanente incapacidad moral”, según recoge el artículo 113 de la Constitución.