Los "chalecos amarillos" llenan de violencia las calles de París
1.500 manifestantes han provocado disturbios en los Campos Elíseos y más de 280 han sido detenidos
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La movilización de chalecos amarillos tiene un aire de insurrección en las calles de París. En las avenidas que rodean el Arco del Triunfo, junto a las Tullerías o en la zona de Opera se han visto escenas de guerrilla urbana repelidas por la policía a golpe de cañones de agua y gases lacrimógenos.
En Kleber, la calle que va del arco del Triunfo a Trocadero han sido saqueados casi de forma sistemática comercios y bancos, han prendieron fuego a numerosos coches, y a un edificio cercano. También hay numerosas pintadas contra el presidente de la República e incluso contra su mujer, Brigitte Macron.
En la avenida Kleber, un chaleco amarillo ha tirado su chaleco a la papelera hastiado porque no quería solidarizarse con esta violencia, pero no era mayoritario. Cerca de allí, un grupo de bretones justificaba esta violencia como única forma de que el presidente de la República les oiga: "lo importante no son los daños, sino el nivel de impuestos".
A última hora de la tarde, el secretario de Estado del Ministerio del Interior, Laurent Nunez, ha dicho en BFMTV que el gobierno estaba restableciendo el orden "frente a individuos con casco, armados, hostiles a las fuerzas del orden, a nuestras Instituciones, a los Símbolos de la República". Nunez ha justificado los problemas para frenar todos estos actos de violencia indicando que los violentos se habían dispersado por la ciudad para dificultar el trabajo de policías y bomberos.
Según el ministerio del Interior, el número de detenidos asciende al menos a 288, y han resultado heridas más de cien personas. También avanzan que el número de manifestantes en toda Francia asciende a 75.000. Son muchos menos que el primer día de movilizaciones, el pasado 17 de noviembre en el que salieron a la calle 280.000, pero el número es similar al sábado pasado lo que muestra la determinación de los chalecos amarillos, a los que no ha convencido el anuncio que ha hecho Macron esta semana sobre la regulación del precio del combustible. Hay quien pide la disolución de la Asamblea, otros se conforman con que el presidente vuelva a imponer el impuesto sobre la fortuna.
La oposición, por su parte, apunta al gobierno como responsable de esta ola de violencia. Para el líder de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, "el poder quiere un grave incidente para que haya miedo", en la misma línea que la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen que acusa a Emmanuel Macron de "dejar que esta situación se agrave", y pide al presidente de la República que reciba a todos los jefes de los partidos de la oposición.
El Ministro del Interior francés,
ha compartido estas imágenes de los incidentes en su cuenta de twitter.