Los líderes europeos pactan un fondo de recuperación de 750.000 millones financiado con deuda conjunta
Pedro Sánchez ha pedido que se valore la magnitud del acuerdo, cuya totalidad supone el 60% del PIB de nuestro país el pasado año 2019
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han alcanzado este martes un acuerdo para crear un fondo de recuperación de 750.000 millones con el que relanzar las economías del bloque comunitario, especialmente las de los países más golpeados por la pandemia de COVID-19 como España e Italia. "¡Acuerdo!", ha anunciado en redes sociales el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, poco después de las 5.30 horas del martes.
El presidente del Gobierno ha comparecido en rueda de prensa pasadas las seis de la mañana para hacer balance del acuerdo, destacando que es un punto de partida muy importante para paliar los efectos de la crisis y también de cara a un futuro a medio y largo plazo: "750.000 millones representa el 60% del Producto Interior Bruto de nuestro país en 2019. Es un auténtico plan Marshall para dar una respuesta contundente a la crisis del coronavirus y también de cara al futuro".
El primer ministro francés, Emmanuel Macron, también ha celebrado el acuerdo en su cuenta de Twitter, señalando que se trata de una jornada histórica para Europa después de estos duros días de negociaciones para crear un marco común para el futuro de Europa después de la crisis del coronavirus.
La presidenta de la Comisión Europa, Ursula Von der Leyen, ha atendido a los medios de comunicación pocos minutos después de que se hiciera oficial el acuerdo. En este sentido, Von der Leyen ha mostrado su compromiso con que se cumplan todos los acuerdos pactados en esta larga cita europea: "Negociamos 4 largos días y noches. Pero valió la pena. El resultado es una señal de confianza en Europa y es un momento histórico para Europa".
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, admitió hoy las dificultades aparecidas hasta lograrse un acuerdo entre los líderes de la Unión Europea (UE) para el fondo de recuperación, para afirmar que esta es la respuesta "de la Europa unida" ante una situación que requería "respuestas extraordinarias".
"No fue fácil, pero al final nos encontramos", afirmó la canciller, para destacar a continuación que "el multilateralismo está en estos momentos muy presionado" y que "Europa ha demostrado en esta situación ser capaz de actuar".
Para desbloquear la negociación han sido necesarios cuatro días de intensas negociaciones --que estuvieron cerca de descarrilar en la madrugada del domingo al lunes--y un puñado de cesiones a los países del Norte (Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Finlandia), los socios que con más firmeza han reclamado un plan menos ambicioso.
El autodenominado 'grupo de los frugales' ha peleado durante las cuatro jornadas por un fondo de menor cuantía con una contundencia que incluso llegó a irritar al eje franco-alemán de Angela Merkel y Emmanuel Macron y los socios del sur de bloque como Italia, España, Portugal y Grecia.
El pulso ha sido muy evidente por los mensajes cruzados que se han lanzado públicamente durante estos días, de un lado, los primeros ministros de Países Bajos y Austria, Mark Rutte y Sebastian Kurz, y del otro, los primeros ministros de Italia y de Portugal, Giuseppe Conte y António Costa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en cambio ha optado por un perfil más discreto y diplomático, según ha explicado Moncloa.
MENOS SUBSIDIOS Y MÁS CONTROL DE LAS AYUDAS
A pesar de su empuje, los países del norte no han conseguido reducir el tamaño global del fondo, que preserva los 750.000 millones iniciales, pero a cambio han obligado al resto de socios a recortar la parte que se distribuirá a los países en forma de subvenciones a fondo perdido, otra de sus principales reivindicaciones.
Finalmente, las transferencias se quedarán en 390.000 millones de euros, 110.000 millones menos que los que recogía la primera propuesta que llegó a la mesa de los líderes. El resto del fondo, 360.000 millones de euros, llegará a los Estados miembros en forma de préstamos que tendrán que devolver.
Países Bajos también ha conseguido introducir una mayor supervisión de las ayudas, pero no tendrá una capacidad real de veto si considera que las reformas que ha planteado un país concreto para recibir fondos no son las adecuadas.
El acuerdo final establece que los planes nacionales de reformas serán aprobados con mayoría cualificada entre los Veintisiete y los desembolsos posteriores dependerán del cumplimiento de una serie de objetivos preestablecidos. La Comisión Europea evaluará si se han cumplido estos objetivos, aunque excepcionalmente uno o más socios que tengan dudas de su análisis podrán pedir que debata entes en el ámbito de líderes.
Otra de las victorias que se han apuntado los países del norte es el aumento de sus 'cheques' de descuento del que se benefician los mayores contribuyentes al presupuesto de la UE. En concreto, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Alemania verán reducidas sus aportaciones durante todo el periodo en 53.000 millones que tendrán que completar el resto de Estados miembro.