El monstruo de Ecatepec: "Si salgo, voy a seguir matando mujeres"

Es día 4 de octubre en el barrio de trabajadores Jardines de Morelos. Estamos en Ecatepec, un municipio a 31 kilómetros de Distrito Federal, en México. Una pareja lleva un cochecito de bebé por sus calles, cuando la policía les intercepta. Lo que llevan dentro del carrito nada tiene que ver con una imagen tierna, sino todo lo contrario: transportan restos humanos.

Inmediatamente, Juan Carlos y Patricia son detenidos. Lo que se descubre a partir de ahí aún tiene temblando a todo el país, porque los investigadores sospechan que es solo la punta del iceberg, y que podemos estar ante el mayor asesino en serie de su historia. Y es que en su casa, encontraron -literalmente- trozos de cuerpos humanos repartidos en neveras, cubetas y bolsas de plástico.

En total, se sabe que Juan Carlos ha asesinado, desde 2012, a 10 personas, aunque él ha asegurado que las víctimas son 20, algo que los investigadores intentan confirmar. Su mujer siempre fue su cómplice, como mujeres fueron siempre su objetivo.

El modus operandi era de lo más perverso que uno puede imaginar: Patricia se dedicaba a vender artículos típicamente destinados a un público femenino: perfumes, ropa, bisutería... Se ganaba su confianza y acababa invitándoles a su casa, donde Juan Carlos actuaba. Después, dispersaban los restos en un terreno cerca de su casa, dentro de ella, o incluso llegaban a vender huesos humanos, según la versión de él mismo. Todo ello a espaldas de sus cuatro hijos, menores, a los que su esposa se encargaba de distraer, y quienes tenían prohibido acceder a según qué sitios.

Desde 2012, entre 10 y 20 mujeres han desaparecido y pocos se alarmaron. México es un país donde el feminicidio es habitual, sobre todo en localidades cercanas a la capital como Ecatepec.

"Si salgo, voy a seguir matando mujeres. Uno porque no me deja dormir (una voz interior que escucha); dos, por el odio que les tengo", dice el detenido en una declaración en vídeo que se ha filtrado. "Lo que hago está bien, patrón (policía), porque estoy limpiando el mundo de porquería. Estoy completamente sano y bien", añade. Los análisis patológicos revelan un trastorno mental de tipo psicótico.

"Prefiero que mis perritos coman carne de esas mujeres a que ellas sigan respirando mi oxígeno. Mil veces prefiero que coman de las ratas a que ellas sigan caminando por ahí", sostiene.