La patronal condiciona el diálogo con el gobierno al cese de la represión en Nicaragua
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, afirmó este sábado en su primera aparición desde que estalló la crisis, el miércoles pasado, que su Gobierno está dispuesto a enmendar las reformas a la seguridad social
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) de Nicaragua ha condicionado al cese inmediato de la "represión de las manifestaciones" el diálogo planteado por el Gobierno para superar la crisis desatada tras una reforma a la seguridad social, que ha dejado al menos una decena de muertos. "No podemos ir a un diálogo si no se cumplen estas mínimas condiciones para establecerlo", dijo el COSEP en un comunicado, en el que además pidió, entre otras demandas, "liberar de forma inmediata a los ciudadanos detenidos por ejercer su derecho a expresarse libre y pacíficamente". El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, afirmó este sábado en su primera aparición desde que estalló la crisis, el miércoles pasado, que su Gobierno está dispuesto a enmendar las reformas a la seguridad social, y para ello planteó establecer un diálogo con los empresarios.
"Si en la mesa (de diálogo con los empresarios) se encuentra una mejor forma de aplicar ese ajuste" a la seguridad social, se puede reformar ese decreto o anularlo y hacer uno nuevo, dijo el mandatario en una alocución nacional obligatoria de radio y televisión. La cúpula empresarial respondió en su comunicado que "dado que la crisis va más allá del descontento de reformas del sistema de pensiones", la instalación de un diálogo pasa por "cesar de inmediato la represión de la Policía Nacional y de las fuerzas de choque afines al Gobierno y garantizar el derecho a la libre movilización pacífica". Los empresarios exigieron además al Gobierno "restablecer y garantizar la irrestricta libertad de prensa y expresión". El COSEP resaltó que el dialogo deberá "partir de una agenda amplia en la que se incluyan los temas de interés nacional con la participación de representantes de jóvenes, sectores académicos y la Conferencia Episcopal".
La organización patronal de la empresa privada expresó su "total respaldo a todos los jóvenes y a la población en general que se han movilizado y manifestado pacíficamente en defensa de sus principios y derechos", y urgió "al Gobierno a crear estas condiciones de forma inmediata para evitar más derramamiento de sangre". El Gobierno de Nicaragua aceptó dialogar tras violentos enfrentamientos y al menos 10 muertos y casi un centenar de heridos, además de daños a comercios y otras instalaciones privadas y públicas. Mientras Ortega daba su mensaje a la Nación, en el que expresaba que en el diálogo con los empresarios "quizás encontramos fórmulas que nos permitan proteger (...) a los jubilados", seguían los enfrentamientos en Managua entre manifestantes y la Policía y los afectos al Gobierno, una escena que se repite desde el miércoles pasado.
Ortega responsabilizó de la violencia a "pequeños grupos de la oposición" que "conspiran contra el modelo de alianzas, porque piensan que entonces van a tomar el Gobierno y no les importa a costa de lo que sea". Edificios públicos en ciudades como León, Granada, Managua y Masaya, fueron quemados, así como casas de campaña y empresas relacionadas con el partido oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), según denunció el Gobierno de Nicaragua a través de medios oficialistas. Los estudiantes universitarios, quienes han encabezado las protestas, han distribuido imágenes de compañeros muriendo al recibir balazos, supuestamente disparados por las fuerzas de choque del Gobierno, conocidas en Nicaragua como "turbas". Estados Unidos y Costa Rica instaron a sus ciudadanos a reconsiderar los viajes al país centroamericano ante las protestas callejeras.