La policía alemana considera imposible controlar la circulación de coches diésel

Después de que el Tribunal Administrativo de Berlín sentenciase el martes la prohibición de circular por el centro de la capilar a alemana para los coches diésel, la policía reconoce que será “imposible” controlar si la prohibición está siendo respetada o no. “Ahora mismo no podemos decir de qué manera puede controlarse de forma efectiva si se respeta la prohibición".

Estamos hablando de zonas de muy denso tráfico, los medios que habría que emplear son incalculables. Si el Senado de Berlín dice que hay que controlar si pasan coches diésel, pues lo haremos, pero como mínimo estaremos dejando de emplear gran cantidad de efectivos y recursos en otras tareas que también corresponden a la policía”, ha declarado el presidente del sindicato policial Reiner Wendt.

Los conductores de coches diésel, por su parte, se muestran aún más escépticos sobre la prohibición. “Me parece muy mal, somos transportistas, trabajamos con estos vehículos que compramos de forma perfectamente legal y para circular por cualquier calle, y ahora tendremos que invertir más”, se queja Manfred Wieland, en la Leipzigerstrasse, una gran avenida que conecta Berlín de este a oeste y por la que en primavera tendrá prohibido circular.

“Para el medio ambiente está bien, pero pagamos el pato los trabajadores que tenemos que llegar a fichar”, dice Maximilian Loeben, un empleado de banca. “No entiendo nada”, reprocha Lucius von Sternben, “cierran ciertas calles y tendremos que dar grandes rodeos, la consecuencia será que los coches diésel van a circular más, no menos. Además, que yo sepa, el aire en Berlín es uno solo”. Algunos de ellos se acogerán al Plan Renove ya anunciado, otros no tienen dinero para eso. Y las empresas se quejan también, el presidente de Volkswagen ha reconocido que todo esto supondrá el recorte de unos cien mil empleos solo en su empresa.