Sale a subasta un castillo escocés con título nobiliario incluido
Se trata del castillo de Muness, construído en el siglo XVI y ubicado al norte de Escocia, en las islas Shetland. Con su compra también se obtiene el título nobiliario de barón
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Vivir en un castillo y pertenecer a la nobleza ahora está al alcance de todo aquel que cuente con la elevada cifra de 290.000 euros en su cuenta corriente. Ese es el precio de venta del castillo de Muness, una fortaleza escocesa del siglo XVI que se acaba de sacar a subasta y que trae consigo el título de barón y varios derechos sobre la zona.
La fortaleza, que se encuentra en ruinas, está situado en la isla de Unst, en el archipíelago de las Islas Shetland, al norte de Escocia. Se trata de una zona alejada y poco habitada, con menos de 700 habitantes en toda la isla, a pesar de que cuenta con todas las comodidades necesarias, incluyendo un pequeño aeropuerto, aunque solo se usa en casos de emergencia.
Además de la tranquilidad de la propia isla, a esto habría que sumarle el hecho de que la construcción se ubica a tres kilómetros del pueblo más cercano, Uyeasound, por lo que la persona que lo adquiera podrá gozar de la calma que se respira en la zona, rodeada de naturaleza.
En sus días de esplendor, el edificio, que fue construido por los descendientes de Robert Bruce, antiguo rey de Escocia, constaba de tres plantas, torres en dos de sus esquinas y servicios en su interior de todo tipo, que iban desde panaderías hasta fábricas de cerveza, además de instancias como patios y jardines. También se cree que contaba con su propia capilla, aunque esto no se ha podido confirmar.
A día de hoy, sin embargo, sobrevive en ruinas, con su planta baja y primera planta en un estado más o menos aceptables, a pesar de que es necesario llevar a cabo labores de mantenimiento y reconstrucción.
Precisamente este es el motivo de su venta, además del coste de su mantenimiento, que hasta ahora corría a cuenta del Historic Environment Scotland, un organismo público encargado de mantener el patrimonio escocés y que utilizaba la edificación como museo.
Testigo de la historia
El castillo vivió épocas mejores, pero también momentos críticos, incluso durante sus primeros años. Gozó de gran actividad desde su inauguración en 1598 hasta finales del siglo XVIII, aunque con el paso de los años fue perdiendo gradualmente importancia.
La fortificación transmite historia por sus cuatro paredes, fruto de los acontecimientos que allí ocurrieron, como diversos ataques o, incluso, un incendio causado por corsarios franceses en 1627, del que se dice cree que nunca llegó a recuperarse por completo.
Poco después fue abandonado hasta que se vendió a otra familia, que finalmente dejaría el castillo a su suerte en 1774, cuando se derrumbó el techo del mismo. No sería hasta 1953 cuando fue declarado monumento de relevancia nacional, pasando a ser gestionado por la Historic Environment Scotland hasta nuestros días, que lo transformó en una especie de museo con el fin de guardar su historia.
Un castillo para ser 'noble'
La edificación salió a la venta a través de una subasta llevada a cabo por la web especializada Future Property Auctions, que en un principio había fijado su valor en unos 150.000 euros. Al poco de salir al mercado, la oferta fue aumentando hasta alcanzar los 215.000 euros al cambio, precio al que se anunció que había sido vendido.
Sin embargo, poco tiempo después, el castillo volvió a salir a subasta con un precio superior como comentó el medio local The Herald, que ya se había hecho eco de la primera subasta, pasando ampliamente del cuarto de millón de euros, aunque el edificio se lo terminará llevando el mejor postor.
Junto con la compra del inmueble también vienen incluídos varios bienes y derechos propios de la naturaleza de este tipo de fortificaciones. Así, además de las casi 100 hectáreas de terreno, ahora divididas con las propias piedras del techo caído, el comprador también se llevará el título de barón -aunque este sea más simbólico que trascendente-, el derecho de extracción de oro y cobre en la isla y el resto de edificaciones colindantes como graneros o pequeñas casas.