Seis muertes en ataques de fuerzas del Gobierno en Nicaragua
Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en una la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una mujer ha muerto en la ciudad nicaragüense de Masaya de un disparo durante un ataque de las "fuerzas combinadas" del Gobierno, lo que elevó a seis las víctimas registradas en las últimas horas en el marco de la crisis nacional, informó hoy la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH). La mujer, que no fue identificada, cruzaba una calle cuando las fuerzas gubernamentales iniciaron un tiroteo en Masaya, dos días después de que el cardenal Leopoldo Brenes, el obispo Silvio Báez y el nuncio Stanislaw Waldemar Sommertag, frustraron, con su presencia, un ataque armado contra el pueblo indígena de Monimbó, en la misma ciudad.
El clero aprovechó su presencia en Masaya el jueves para pedir al jefe policial, Ramón Avellán, el cese del fuego contra la población, pero el de este sábado fue el tercer ataque de la Policía contra esa población a lo largo de esta semana, con saldo de al menos ocho muertos, según cifras de la ANPDH. Los ataques del Gobierno llegaron después de que el pasado lunes 18 de junio los habitantes de Masaya declararon a la ciudad "territorio libre del dictador", en referencia al presidente Daniel Ortega. Masaya jugó un rol desequilibrante en 1979, cuando los nicaragüenses derrocaron al dictador Anastasio Somoza Debayle, mientras Ortega se encontraba viviendo el exilio en Costa Rica.
El viernes los países miembros del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), a excepción de Venezuela, respaldaron el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que señaló al Gobierno de Ortega por la muerte de al menos 212 personas, que no incluye las seis víctimas confirmadas en las últimas 24 horas por entes humanitarios locales. Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en una la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente. Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.