Tiran a un perro por el balcón porque el dueño les pidió que no hicieran ruido
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los hechos ocurrieron en Liverpool, Reino Unido. Un grupo de 40 personas estaban armando escándalo en la calle y consumiendo alcohol en la vía pública. Los vecinos de la zona, enfadados por lo ocurrido, pidieron a los jóvenes que mantuvieran silencio. La respuesta no fue para nada amigable.
Varios jóvenes consiguieron subir hasta una de las viviendas de unos vecino que les pidieron que se callasen. Cogieron a su mascota, un bulldog, lo lanzaron al vacío desde el balcón y en el suelo lo golpean hasta matarle.
Los jóvenes estaban haciendo ruido en exceso mientras arrojaban botellas de cristal a los coches que estaban estacionados en la zona.
Cristian Dutu ha explicado cómo ocurrió todo en una entrevista concedida al diario inglés Daily Mail. La madre de Cristian, Mihaela, bajó a hablar con el bullicioso grupo para decirles que no arrojaran botellas e hizo empeorar la actitud de los jóvenes.
Cristian, de 27 años, explica en la entrevista cómo es la terraza en la que viven: "Tenemos una terraza junto a nuestro piso, donde mi perro a menudo se sienta afuera. Después de que mi madre bajó para decirles que se calmaran, se volvió loco. La gente en la calle comenzó a trepar la valla para llegar a nuestro balcón, armada con botellas rotas y cuchillos. Había de 10 a 15 personas en la terraza y mi madre y yo fuimos cortados con las botellas rotas".
Los atacantes agarraron a su perro Hindo, lo arrojaron y lo golpearon hasta matarle. "Lo hemos tenido desde que era un cachorro y porque estaba tratando de proteger a mi madre, lo agarraron por las piernas y lo arrojaron desde la terraza a la calle". El can sobrevivió a la caída pero cuando Cristian bajó: “Corrí a la calle e intenté que parasen de golpearlo. Lo llevé lejos, pero cuando lo llevamos al veterinario ya era demasiado tarde y él falleció, fue horrible".
Cristian y su madre fueron llevados al hospital donde fueron atendidos por heridas menores y arañazos, pero no sufrieron daños por el ataque. “Hindo tenía siete años y era muy conocido en el vecindario. Era un perro tan dulce... no podía irse a dormir sin tener su manta sobre él. No puedo creer que esto haya sucedido”.