Trump visita las zonas afectadas por Florence y promete "mucho dinero"
Ha generado algunas críticas que aprovechando la visita haya preguntado por el estado del lago Norman donde tiene uno de sus clubes de golf
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El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha visitado los dos estados más afectados por el paso del huracán Florence y ha prometido invertir "mucho dinero" y recursos en la reconstrucción de la región, aunque también ha generado polémica al interesarse por una zona donde posee un club de golf.
Trump se ha desplazado a Carolina del Norte y Carolina del Sur, arrasados durante la última semana por una tormenta que ha dejado al menos 36 muertos en la costa este, además de forzar la evacuación de miles de personas y provocar daños económicos por valor de hasta 60.000 millones de dólares, según cálculos preliminares. "Algunas de las inundaciones son grandiosas, es difícil creerlo. Por desgracia, el dinero (para reconstruir el estado) será mucho. Pero llegará tan rápido como lo necesiten", ha prometido Trump durante una parada en una estación de la Armada en Cherry Point (Carolina del Norte).
El presidente, que el año pasado visitó Texas, Florida y Puerto Rico tras el paso de sendos huracanes, repitió algunas escenas que había protagonizado en esos territorios estadounidenses, al entregar perritos calientes y otros alimentos a las personas desplazadas de sus hogares y conversar con algunos de los afectados.
Durante una parada en la localidad costera de New Bern (Carolina del Norte), donde las fuertes inundaciones dañaron más de 4.300 viviendas, Trump se ha sorprendido al ver un yate estrellado contra el porche trasero de una casa. "Los habitantes de la casa no saben de quién es el barco. ¿Cuál es la ley al respecto? Quizá se lo puedan quedar", ha dicho Trump ante los periodistas.
Aunque el presidente ha evitado errores como el que cometió hace un año en Puerto Rico al minimizar la tragedia y asegurar que el huracán María no había sido una "catástrofe real", sí que ha generado algunas críticas al aprovechar su visita a las instalaciones de la Armada en Carolina del Norte para preguntar por el estado del lago Norman. "Me encanta esa zona. No puedo decirles por qué, pero me encanta esa zona", ha afirmado el mandatario, sin mencionar que uno de sus clubes de golf está ubicado en la orilla de ese lago, cercano a la localidad de Charlotte.
Trump también ha enviado una advertencia para Carolina del Sur, cuyas autoridades aún temen graves estragos debido a las inundaciones ocasionadas por Florence. "Todavía no han visto nada en comparación con lo que está por llegar", ha alertado Trump desde un centro de emergencias en la localidad de Conway, en ese estado.
"Acabo de visitar Carolina del Norte, a ellos les ha golpeado muy duro (el huracán), y toda esa agua está viniendo hacia aquí. Mucha gente no lo sabe, mira por la ventana y ve un tiempo precioso, pero durante los dos próximos días las cosas van a ponerse realmente duras en Carolina del Sur", ha agregado.
El gobernador del estado, el republicano Henry McMaster, ha coincidido en que "lo peor está por llegar", y pronosticó que el agua puede alcanzar hasta "el metro y medio" de altura. "Este puede ser el peor desastre que hemos tenido en Carolina del Sur (...) pero estoy seguro de que vamos a reconstruir y a salir adelante", ha afirmado McMaster.
Mientras, en Carolina del Norte, alrededor de 10.000 personas "siguen en refugios" debido al daño originado a sus viviendas por el huracán, y "miles de personas" no han recuperado aún la electricidad en sus hogares, explicó el gobernador del estado, el demócrata Roy Cooper, en la reunión con Trump. De los 36 muertos confirmados por las autoridades locales, 27 de ellos ocurrieron en Carolina del Norte, otros ocho en Carolina del Sur y uno en Virginia.
Las cosechas de algodón y cacahuetes en esos estados también han sufrido los efectos del huracán, que ha provocado la pérdida de 3,4 millones de aves de corral y 5.500 cerdos en las granjas de Carolina del Norte, de acuerdo a cálculos oficiales.